La Palabra de Dios.

Cuando nuestros padres nos dan una orden, es porque ya pensaron que es lo mejor para nosotros. Nuestros padres no desean hacernos daño, sino todo lo contrario, desean que nuestra vida sea más fácil y menos dura de lo que fue para ellos.

De la misma forma cuando Dios nos habla por medio de su Palabra que es la Biblia, lo que desea es que tengamos una mejor vida, una vida sin problemas o con la menor cantidad de problemas posibles. Por eso es importante leer la Biblia todos los días.

Hoy, es el día.

Hay un proverbio de la calle que dice: "No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy". Ese proverbio o ese consejo, es muy antiguo pero sigue siendo válido para el día de hoy.

Lo mismo nos sucede con Dios, no podemos dejar para mañana nuestro encuentro de hoy con EL. La necesidad del día de hoy es diferente a la necesidad del día de mañana. No podemos combatir el problema de hoy, con el consejo de ayer, ni podemos echar mano del consejo de mañana, que se supone, aún no ha llegado el día de hoy.

Seguir instrucciones.

Cuando uno compra un aparato eléctrico o cualquier instrumento, le dice el vendedor: Lea DETENIDAMENTE el instructivo antes de usarlo. La empresa no se hace responsable por cualquier daño causado por su mal uso.

Dios dejó la Biblia como instructivo para el hombre, si una persona camina por la vida sin leerla, es como comprar un aparato eléctrico y no saber cómo usarlo, y por ello usarlo mal y hacer que se descomponga. Sólo leyendo las escrituras que Dios nos dió, sabremos conocer lo que Dios desea para nosotros, y eso, nos evitará daños mayores.

Aprovechemos el tiempo.

Cuando éramos pequeños nuestras abuelas nos decían: "Aprovechen el tiempo patojos, porque el tiempo perdido, hasta los santos lo lloran". Con ésta expresión nos querían decir que la vida se va muy luego, y cuando sentimos ya no podemos hacer lo que nos habíamos propuesto.

Dice la biblia que los años del hombre son 70, y que en los más robustos son 80. Muchos ancianos que pasaron esas edades concuerdan en que se pasan rápido. Nosotros a los 5, a los 10, a los 15, sentimos que el tiempo no se pasa, pero pasa más rápido de lo que pensamos. Aprovechémoslo.

¿Hacia dónde vamos?

Ninguna persona nos levantamos, corremos para arreglarnos, desayunamos, arrancamos el carro y salimos corriendo para ningún lado, todos sabemos si vamos al colegio, si vamos a la universidad, si vamos a la oficina, etc.

De la misma manera, no podemos levantarnos todos los días sin saber "el camino espiritual hacia donde vamos". Sería loco salir corriendo de la casa para no ir a ningún lado y perder el día. Más loco sería salir de la casa todos los días sin encomendarnos a Dios, y perder toda la vida eterna.

Buscad y hallaréis.

Cuando a uno se le pierde algo, uno tiene que tomar tiempo y ponerse a buscarlo, de lo contrario no lo va a encontrar. O quizás luego lo encuentre pero será tarde, será fuera de tiempo.

Dios quiere que nosotros tomemos tiempo todos los días de nuestra vida para que lo encontremos a EL. Y EL, se deja encontrar. En esos momentos es cuando nos habla y nos dice qué es lo que desea de nosotros, y cuando nosotros conocemos qué desea EL, y lo hacemos, le damos mucha alegría.

La sabiduría.

Todos entendemos que la sabiduría es tener mucho conocimiento. El mundo cataloga de sabios a los que conocen mucho de muchos temas, o que conocen mucho sobre un sólo tema.

Para Dios la sabiduría no es eso. Para Dios la sabiduría es hacer lo correcto, en el momento correcto, en el lugar correcto, y a la hora correcta. Esa es la sabiduría que EL desea que tengamos, y para saberla o conocerla, la única puerta que tenemos es estar en su presencia todos los días para que EL nos hable.

El proceso espiritual.

Todo tiene un proceso en la vida. Un proceso es una forma ordenada y lógica de hacer cualquier actividad en la vida. Por ejemplo, uno no puede iniciar a pintar un cuadro si no tiene la tela y las pinturas. No podemos manejar un auto si no tenemos el auto.

Con lo espiritual es exactamente igual, no podemos iniciar a caminar con Jesús si no lo conocemos; no podemos ir y hacer lo que EL desea que hagamos, si no hemos escuchado qué es lo que quiere que hagamos. No podemos conocer su corazón si no estamos con El todos los días y a cada momento. Ese es el proceso espiritual.

Sólo buscando a Dios.

Si una persona quiere ser constructor tiene que buscar instruirse como ingeniero, como arquitecto, o si los recursos no le ayudan tiene que buscar instrucción como maestro de obra o albañil. Quien quiere defender personas en los juicios, debe buscar intrucción en una escuela de leyes.

Quien quiere ayudar espiritualmente a las personas, no puede estar todo el día viendo televisión, jugando, o distrayéndose... tiene que buscar la presencia de Dios constantemente. Para conocer el corazón de Dios y al conocerlo, ser guiado para ayudar a otros, cuyos corazones el Señor también conoce.

Dios es una necesidad para nosotros.

Todos necesitamos bañarnos todos los días, necesitamos comer todos los días, necesitamos estudiar o trabajar todos los días. Lo mismo es para con Dios.

El hombre o la mujer que no busca a Dios todos los días, tarde o temprano sentirá un vacío muy grande en su corazón, y sentirá que ésta vida no tiene ningún sentido. Que lo mismo sale el sol y la luna hoy, que mañana y ya, eso es todo. Mientras que los que buscamos a Dios, conocemos que cada día es una oportunidad que Dios nos brinda para acercanos más a El, para toda la eternidad.

¿Qué es llevar la cruz de Cristo?

Constantemente nos leen en la iglesia dominical que Jesús dijo: "Toma tu cruz y sígueme". Pero pocas personas nos explican lo que eso significa.

Llevar la cruz significa vivir conscientes de que la vida de un creyente no es solamente un camino de rosas. Sino que significa que vamos a tener problemas, y en ocasiones problemas muy grandes, pero, que aún así, debemos de seguir a Jesús y confiar en que EL, nos sacará de esos problemas.

Dios siempre nos espera.

Toda madre está esperando que sus hijos regresen del colegio, tan es así, que les tiene la comida lista, les tiene el uniforme de mañana ya listo hoy, tiene la casa limpia, les prepara un postre, etc. porque anhela que los niños lleguen.

Dios es igual con nosotros, todos los días tiene nuevos planes para nosotros, cada día nos prepara algo diferente, cada día está listo para recibirnos, pero... nosotros no siempre llegamos. Y, así como una madre se angustiaría si los niños no regresaran a casa algún día, de la misma forma Dios se angustia por no vernos por muchos días.

Pensando en los demás.

Dios no hace nada pensando solamente en EL. Todo lo que Dios hace lo hace pensando en el bien común, Dios no es egoísta, El desea compartir todo lo que tiene y todo lo que es, con nosotros, con sus hijos.

Nosotros debemos ser igual, tenemos que imitarlo para llegar a ser como EL. Ciertamente tenemos que tener y buscar sabiduría para compartir lo que Dios nos ha dado, pero debemos siempre compartir de lo que Dios nos da con otras personas, especialmente los necesitados.

La perfecta voluntad de Dios.

Vivimos en un mundo en el que otros quieren que hagamos lo que ellos quieren, y no lo que Dios desea que hagamos. Muchos creen que la vida es sólo diversión, juegos, y estar de carcajada todos los días. No es eso lo que Dios enseña.

Y, para saber qué es lo que Dios nos enseña, qué es lo que Dios quiere de nosotros, qué es lo que a El le agrada y qué no. Tenemos que consultarle en oración. No podemos ir por el mundo haciendo lo que otros nos dicen, pues ofendemos a Dios quien es nuestro dueño porque fue quien nos creó.

Los AYES en la biblia.

En las escrituras vemos muchas veces la expresión ¡Ay!. Esa es una expresión que implica cierto dolor, cierta pena, cierto reproche. Nosotros la utilizamos casi siempre cuando hay dolor.

En toda la escritura cuando vemos esa expresión, casi siempre es porque Dios quiere hacernos reflexionar acerca de algún tema. Como por ejemplo en Mateo 23, Jesús expresa 7 ayes sobre los líderes religiosos de la nación israelita. Es para que miremos, reflexionemos, y evitemos cometer esos 7 errores en nuestra vida.

Dios se conforma.

Todos pensamos que como Dios es grande, todo lo que le debemos dedicar también tiene que ser grande, porque de lo contrario no lo va a aceptar. Ese es un concepto equivocado que tenemos todos.

Dios fue inmensamente felíz, cuando una viuda le dió lo poco que tenía. No era una gran cantidad de dinero, pero lo dió con amor. El Publicano dió mucho, pero dió de lo que le sobraba. No importa qué tan poco le demos al Señor, lo que sí importa es que sea de calidad. Eso lo hace muy felíz.

No esperemos hasta que...

Durante muchos años hemos podido ver que cuando hay alguna pena, alguna tragedia, o alguna enfermedad grave en la familia, entonces todos nos volcamos a orar, a leer la bilbia, a buscar a Dios, y a buscar a las personas que se supone nos pueden ayudar a estar cerca de Dios. A Dios le agrada eso, pero le agrada más que lo hagamos sin que esas condiciones estén de por medio.

¿Cómo nos sentiríamos nosotros si una persona nos busca solamente cuando tiene problemas? ¿No nos sentiríamos utilizados o que se están aprovechando de nosotros si sólo nos piden ayuda, y ayuda, y ayuda, pero nunca nos dan las gracias, o un lugar especial? No esperemos a tener una pena, una tragedia, o algo grave para buscar a Dios.

Cuando es de Dios.

En muchas oportunidades no entendemos por qué no suceden algunos eventos, o, por qué sí suceden aunque no nos agraden. Tenemos qué entender que el creador del mundo, del hombre, y de todo lo que existe sobre el mundo, es Dios. Por lo tanto El es el dueño. Y el dueño de algo hace lo que desee con ese algo.

Por ejemplo, cómo es posible que los animalitos hayan entrado de buena voluntad al Arca de Noé, siendo que eran salvajes. Porque Dios así lo dispuso. Cómo es posible que Lázaro resucitara, porque Dios así lo dispuso. Cómo es posible que un niño pequeño pierda algo o a alguien muy querido, porque Dios así lo dispuso. Por ello es importante orar todos los días, para que cuando algo suceda, Dios nos explique el porqué decidió hacer lo que hizo. Noé por eso supo lo de los animalitos, y Jesús por eso supo lo de Lázaro.

El culpable... pagará.

Con las leyes de los hombres nosotros miramos todos los días en las noticias, que un ladrón no fue a la cárcel, que un asesino se libró de que la ley lo condenara, que un mentiroso gana votos y llega a donde quiere, etc.

Cuando llegue el tiempo de Dios para su juicio al mundo, ninguna persona culpable quedará sin castigo. Todos los pecados saldrán a luz, y todos los pecados serán castigados. No quedará ninguna persona con pecado sin el castigo correspondiente. Es por ello que necesitamos estar a cuentas con Dios y con los hombres.

Dios es detallista.

Dios se preocupa por cada detalle que nos rodea. EL pudo simplemente hacer que el agua corriera por los ríos, pero no lo hizo así, adornó los ríos con bellas flores. El pudo hacer que el sol saliera todos los días y punto, pero no lo hizo así, pinta los cielos todos los días con nuevos diseños. Pudo hacer que todos los hombres y mujeres fueramos idénticos, pero no lo hizo así, nos hizo blancos, morenos, chinos, etc.

Cuando nosotros hagamos algo, hagámoslo con cuidado, con detalles, hagámoslo de la mejor manera posible. Eso va a agradar el corazón de los hombres y el corazón de Dios. Pues estaremos actuando como El actúa.

Indiferencia

La indiferencia es una actitud que causa mucho dolor, cuánto han sufrido las esposas a quienes sus maridos las han tratado con indiferencia. Cómo han sido afectados los hijos a quienes sus padres los tratan con indiferencia. Nadie quiere ser echado por un lado, pues significa que no le están dando ningún valor.

Pues eso mismo es lo que nosotros hacemos con Dios el día que no le buscamos. No tomar a Dios en cuenta en nuestras actividades, es tratarlo con indiferencia, y sin embargo, así, el nos está esperando a que le demos un minuto al día, cada día. El no nos guarda rencor porque no le demos ningún valor, busquémoslo.

Intimidad.

Intimidad le llamamos a "estar cerca, muy cerca de alguien o de algo". La intimidad hace que conozcamos mejor a quien tratamos o lo que tratamos. Si uno está muy unido a alguien o a algo, es seguro que uno sabrá los secretos que rodean a ese alguien o a ese algo.

Cuando un auto se descompone, buscamos al mecánico; cuando necesitamos hacer reparaciones en una casa, buscamos al ingeniero o al arquitecto, ¿Por qué? Porque por la intimidad a sus materias, ellos saben qué hacer. Lo mismo sucede en lo espiritual, si estamos cerca de Dios, esa intimidad nos hará saber que hay que hacer en los momentos difíciles, pues sabremos sus secretos o El nos los dirá.

Jesús, nuestro abogado.

Cuando alguna persona entra en problemas con la ley necesita un abogado defensor, pues la ley pone en contra de esa persona un abogado acusador que se llama Fiscal. El Fiscal es el abogado que quiere probar que somos culpables y que merecemos un castigo. El abogado defensor, es nuestro abogado y es el que quiere demostrar nuestra inocencia para que no paguemos una culpa.

En lo espiritual también necesitamos un abogado defensor, pues el diablo es un fiscal que quiere que nos condenen. Pero cuando hemos hecho una confesión por seguir a Jesús y lo seguimos, El se convierte en nuestro abogado defensor. Y el día del juicio final, será el quien nos libre del castigo.

Señor, cuídanos por favor.

Hoy en día todas las casas, las oficinas, los comercios, etc, tienen seguridad. Nosotros en nuestra vida también tenemos necesidad de seguridad, pero no con policías ni con ningún tipo de alarma.

Lo que necesitamos es estar protegidos por Dios, y Dios para protegernos ha creado legiones de ángeles para que nos sirvan y nos cuiden. Pidámosle a nuestros padres que en sus oraciones de todos los días, le pidan a Dios que nos envíe ángeles a protegernos. Y nosotros pidamos legiones de ángeles para que cuiden a nuestros padres cuando salen a la calle.

¿Qué signician las vírgenes en la biblia?

En las escrituras el ser "vírgen" se refiere a las personas que amamos, que seguimos, y que servimos a Jesús. Y esa es la clase de personas que Jesús vino a buscar. El no quiere personas que digan que lo conocen, que lo siguen, que lo aman, pero que viven como si fueran personas del mundo.

Una persona que conoce a Jesús, que lo sigue, y que lo sirve, es una persona que no ama los placeres de éste mundo, como fumar, beber licor, andar de fiestas, etc. porque esas son situaciones que NO le agradan a Jesús, y que él mismo NO practicó.

¿Qué es una confesión de fe?

Una confesión es decir con nuestros labios, con nuestras palabras, lo que sentimos o lo que queremos. Si un niño no confiesa que tiene hambre, no le dan de comer; si una persona no confiesa que tiene frío, nadie la pasará una chamarra.

En lo espiritual, si una persona no confiesa que quiere seguir a Jesús, que ya conoce a Jesús, que desea servir a Jesús... entonces simplemente NO puede ser un crisitano. Porque luego de confesarlo, Jesús se ocupará de que el Espíritu de Dios trabaje en ese corazón hasta el día de su muerte para irlo santificando. Ha eso se le llama: Una confesión de fé por Jesús.

Orden.

Cuando decimos que debemos tener "orden", no sólo implica que todo tiene que estar en su lugar y limpio, sino debe darnos la idea de que hay algo que tenemos que hacer o colocar primero, luego hay una prioridad para algo que va de segundo, y así sucesivamente.

No podemos pensar en construir una casa, y comprar la pintura cuando sólo están levantadas las paredes, primero se deben repellar o cernir; no podemos poner los artefactos del baño si no está puesto el piso. En la vida espiritual es igual, no podemos hacer nada si primero no nos entregamos a Cristo. Luego El nos dará las prioridades o el orden de lo que quiere que hagamos.

La justicia de Dios.

Nosotros vemos todos los días en los diarios y en la televisión, cómo, la justicia del hombre falla. Asesinos son liberados, ladrones no son sometidos a las cárceles, personas que abusan de otras no son castigadas.Pero, viene el día en que Dios sí hará la justicia para cada uno.

Cuando ese día llegue, los jueces no serán sucios como los que hoy vemos, serán seres limpios y sin tacha, que juzgarán según los principios de Dios. Por ello, quienes amamos y seguimos a Jesús, ese día lo hemos de esperar con gozo porque nuestro abogado es Jesús, y será EL quien nos defienda en ese día de juicio.