El líder.

El líder tiene que ser el ejemplo a seguir. Cuando hay un juego de pelota muy importante, no sólo los ojos de la afición están en el mejor jugador del equipo sino también los de los otros jugadores. Todo el mundo quiere ver al mejor jugador hacer su trabajo, y los que juegan con él dependen de lo que él haga.

En lo espiritual, nosotros debemos de poner nuestros ojos en Jesucristo. El es nuestro líder, él es el mejor jugador de nuestro equipo, todo lo que él haga nosotros tenemos que estar atentos a seguirlo. No podemos llegar a ser líderes nosotros para otros, si no seguimos a Jesús en todo lo que haga. 

La importancia de una columna.

Los edificios se sostienen ante la lluvia, el viento, los temblores y el tiempo por sus columnas. Nosotros vemos que edifcios super antiguos no se han caido porque tienen columnas fuertes. No importa de qué sean las columnas, si son de hierro, de concreto, de piedra, etc. pero son las que sostienen los edificios.

En lo espiritual la iglesia de Dios se sostiene también por sus columnas, pero esas columnas tienen que ser fuertes, y la UNICA forma en que se fortalecen éstas columnas es estando expuestas a la palabra de Dios, a la presencia de Dios, y a la obediencia a Dios.

La palabra de verdad.

Pablo cuando les escribe a los creyentes que viven en Efeso, les dice que se cuiden de lo inmundo, de ser avaros, de ser idólatras, pues esa clase de personas no entrará al reino de los cielos.

Y agrega, NADIE os engañe con palabras vanas (esto es palabras vacías o palabras mentirosas), porque por éstas cosas (lo inmundo, lo avaro, la idolatría) viene la ira de Dios sobre los desobedientes. Busquemos a las personas que nos hablan con la verdad, para no ser engañados. Y, la prueba que podemos tener si el que nos habla nos habla con la verdad, es si nos habla con los principios y las palabras que la biblia dice.

Ejemplos.

Un niño pega de gritos, otro golpea a los demás, otro más protege a su hermanito o hermanita, otro es tranquilo. ¿A qué se debe la actitud de cada uno de ellos? Al ejemplo que han tenido. El niño aprende imitando. Si su papá es fanático del fut, seguro que el niño también lo será. Si a su mamá le gusta ir a caminar, seguro que el niño querrá ir con ella.

El problema es que si el niño mira malos ejemplos en casa, eso será lo que querrá hacer. Pero si mira buenos ejemplos, será imitador de esos buenos ejemplos. Oremos para que en la casa en donde vivimos, el Señor nos permita recibir buenos ejemplos y a la vez, darlos.

El Bautista reconoció a Jesús.

Jesús andaba entre toda la gente al inicio de su ministerio, pero sólo Juan el Bautista lo reconció. ¿Por qué la demás gente no? ¿Por qué la demás gente tuvo que esperar a que alguien les dijera que Jesús era el Mesías?

Porque la demás gente no tenía una comunicación directa con Dios. Hoy, dos mil años después de ese evento, cuando Jesús venga de nuevo, o alguien venga en su nombre, no lo vamos a reconocer si no estamos en comunicació continua y directa con Dios.

Transparente.

Transparente quiere decir que se puede mirar a través de ello. Un vidrio puede ser opaco, que no deje ver nada para adentro o para afuera; o puede ser transparente, y que nos deje ver todo hacia un lado o hacia el otro.

Nosotros como creyentes hemos de vivir una vida tansparente, es decir que todo el que nos vea actuar en un lugar sepa que en donde quiera que nos encuentre, así nos verá actuar siempre. Una persona transparente es una persona confiable, por el contrario una persona que no es transparente, la conocemos como una hipócrita, y en ella no confiamos.

La verdad os hará libres.

Solamente cuando uno anda en la verdad puede andar con la frente en alto. Todo aquél que miente tarde o temprano será avergonzado porque vendrá quien conoce la verdad del asunto, y lo sacará a luz. Por ello es que, aún y cuando, los hombres no nos vean o creamos no nos ven, debemos actuar siempre conforme a la verdad.

El buscar a Dios todos los días nos expone continuamente a la verdad, el estar continuamente buscando el consejo de Dios nos evita que entremos en la malicia de la mentira. Solamente viviendo bajo los principios de la verdad, seremos totalmente libres de muchos pecados y faltas.

Esperar.

Una de las tareas más difíciles para cualquier persona es esperar. Es agónico estar en un hospital esperando que un familiar salga de una emergencia. Es difícil tener que esperar a crecer para poder realizar uno sus sueños.

Sin embargo en ésta vida son muchos los momentos en los que debemos y tenemos que esperar. Un secreto que podemos dar para poder soportar la espera es: "No hagamos esperar a otros, y eso, nos enseñará a esperar a nosotros y nos hará más fácil y rápida la espera". Cuando alguien nos pida algo hagámoslo inmediatamente, y veremos cómo cuando nosotros necesitemos algo, ese algo llegará más rápido porque alguien lo hará inmediatamente para nosotros.

¿Cómo está conformado el cielo?

Muchos son los ejemplos en la escritura de cómo se conforma el cielo con todas las personas que estarán dentro. El Tabernáculo de David, el Arca de Noé, la parábola de la semilla, y otras escrituras nos muestran que en el cielo habrá tres divisiones de personas.

Nos dice la parábola de la semilla que hay quienes darán fruto al 30 por 1; otros al 60 por 1; y otros al 100 por 1. Esto nos implica una escala de cero a cien en la cercanía a Dios. El ladrón de la cruz dió fruto al 1 por 1, estará en la puerta del cielo; pero Pablo por ejemplo dió en el blanco, dió fruto al 100 por uno. Pablo estará sentado a los pies de Cristo en el cielo.

¿Cuando termina la preparación?

Cuando estudiamos en el colegio vemos etapas, primero la primaria, esta la terminamos al llegar a sexto grado; luego viene la enseñanza superior, ésta termina al llegar a bachiller; luego viene la etapa universitaria, ésta termina al entregarnos el título de profesional.

Pero en lo espiritual aunque vamos creciendo cada día, dice la escritura que el creyente va aumentando su luz así como el amanecer la va aumentando sobre la mañana, nosotros como creyentes nunca dejamos de crecer, pues Dios es tan grande y lleno de conocimiento que no lo vamos a poder alcanzar. Pero, aún así, es necesario que estemos a sus pies todos los días y a todo momento.

Dando frutos.

¿Cómo se hace para que un árbol de frutos? Pues el proceso lógico es: Se siembra, se abona, se riega, se cuida, y cuando ya está maduro el árbol entonces nos da sus frutos. ¿Y en lo espiritual cómo se hace para que alguien de fruto?

Bueno, el preoceso es similar. Alguien confiesa al Señor, se abona con la palabra, se riega con las oraciones, se cuida del mundo, y cuando está maduro dará sus frutos.

Vigilando.

Jesús dijo en uno de sus discursos de despedida, que si el amo de la casa vigila para que el ladrón no entre en la casa, evitará un daño tremendo a los habitantes de su casa. Y que, quien hiciera ese trabajo bien hecho, cuando él regrese en su gloria le dirá: "Bien, buen siervo bueno y fiel, bien has hecho".

Las consecuencias de que un amo de la casa, no haga su trabajo, son muy duras y en ocasiones "irreversibles", o sea que no tienen compostura. Por ello, es importante que nosotros seamos buenos amos de la casa, y que enseñemos a nuestros hijos a serlo.

Los valles y los montes.

En la escritura cuando hablamos de un valle, estamos hablando de una pena, de una angustia, de un dolor que lleva el corazón del creyente. Pero cuando hablamos de un monte, estamos hablando de cuando esa prueba ya pasó y entramos en la paz que EL nos brinda.

Se dice en términos cristianos que en los valles es en donde conocemos a Dios como nuestro ayudador, nuestro salvador, nuestro defensor, nuestro proveedor, etc. Pero cuando llegamos al monte después de la prueba es cuando lo conocemos como el Dios de paz, y es cuando debemos estar y demostrar más nuestra gratitud, pues es cuando ya lo conocimos con todos sus atributos.

Las fechas.

Para Dios las fechas son importantes, por ello es que dictaminó fiestas para su pueblo. Fiestas en las que determinó algún tipo de celebración para recordar lo que él había hecho por su pueblo, y lo que él significa para su pueblo.

Dios desea que nosotros también recordemos fechas, la fecha en que nacimos de nuevo; la fecha en que nos bautizamos; la fecha en que nos graduamos del Instituto Bíblico. Toda fecha que tenga que ver con una actividad con Dios es la que él desea que recordemos. Por eso celebramos su Pascua, su Penteconstés, y Tabernáculos.

Cualquier pecado.

Dios perdona cualquier pecado que hayamos cometido si realmente nos arrepentimos. El objetivo de Dios Padre cuando mandó a su Hijo a la tierra era perdonar a todos aquellos que quisiéramos arrepentirnos de nuestros pecados.

Si realmente lo hacemos de corazón y nos proponemos no repetir más los pecados, Dios está dispuesto a perdonarnos y a recibirnos en su reino cuando muramos. La muerte es dolorosa para los que se quedan en la tierra, pero es el premio para los que se van estando en paz con el Señor.

El que quiera oiga.

Dios desea hablar con el hombre todos los días, y cómo no querrá hacerlo, si Dios es como un padre para nosotros, así como nuestros padres terrenales. ¿Quién ha visto que un hijo y un padre viviendo en una misma casa pasen semanas sin hablarse?

Pero, como el hombre está afanado en sus trabajos, en su dinero, en sus pasatiempos, en sus amigos, etc. entonces Dios sabe que algunos no quieren escucharlo. Por eso dice en las escrituras: El que quiera oírme que me oiga, y el que no quiera pues que no lo haga" (Ezequiel 3:27). El problema del que no quiere oír es que no sabrá qué es lo que Dios quiere o qué es lo que Dios va a hacer. Entonces ¿cómo será su resultado?

No a la pereza.

Las grandes obras y maravillas de la humanidad tanto las antiguas como las pirámides de Egipto, los Jardines flotantes de Babilonia, el coloso de Rodas, el Faro de Alejandría, etc. como las modernas: Los grandes edificios, puentes, represas, museos, etc en las ciudades de Japón, Estados Unidos y toda Europa, no fueron construidos o construidas por personas perezosas.

Al contrario, TODAS esas obras fueron construidas por personas estudiosas, trabajadoras, luchadoras, esforzadas. Y eso, es lo que Dios espera de nosotros cuando nos llama a su reino, que seamos personas trabajadoras no perezosas.

El verdadero profeta.

Hoy en día en la iglesia cristiana abundan los profetas, pero hemos de tener cuidado con esos profetas, pues no todos lo son. La biblia es muy clara en decir que es Dios quien elige a sus profetas, lo vemos con Samuel, con Isaías, con Jeremías y con Ezequiel y Daniel por decir algunos ejemplos.

El "verdadero" profeta y el que viene de parte de Dios, es aquél que cuando profetiza algo ese algo se cumple. Así de simple nos dice la escritura que podemos reconocer al profeta verdadero. Y por supuesto, aquél que profetiza algo y ese algo no se cumple o se cumple a medias, es un profeta que viene en su propio nombre pero que no fue enviado por Dios.

Sin amor no se puede.

Cuando una persona necesita ayuda generalmente espera que esa ayuda venga de las personas que ama. Hay casos en que por la distancia o por ciertas situaciones de incapacidad, o de escasez los parientes o amigos cercanos se no puede ayudar a alguien, pero son de las todas las ocaciones las menos.

Pero sin amor no vamos ni podemos ayudar a alguien, eso lo vemos especialmente en los cuidados a un enfermo cuando necesita atenciones. Solamente por amor uno lo ayuda en sus necesidades extremas, en sus necesidades económicas, en sus necesidades físicas. Y ese es el momento en el que Dios quiere que demostremos nuestro amor.

Pues nos levantamos.

¿Qué sucede cuando un niño que está iniciando a caminar se cae? Pues la madre lo levanta y hace que lo intente de nuevo. Una y otra vez hace lo mismo. Hasta que.... sí, hasta que el niño aprende y pasa a otra etapa.

Lo mismo nos sucede a nosotros, quizás fallamos y fallamos en un punto de lo espiritual, pero nuestro Padre celestial quiere que nos levantemos y nos levantemos hasta que... sí, hasta que venzamos y pasemos a otra etapa.

Obediencia, no sacrificios.

Cada vez que Dios les hablaba a su pueblo Israel, lo que más les recalcaba era "escuchar". Desde el pentateuco vemos que el clamor de Dios para con su pueblo era: "Escucha oh Israel", "Escuchen hoy mi voz"; "Oíd pueblo mío".

¿Pero para qué quiere Dios que le escuchemos? Pues porque el que sea su verdadero pueblo le "obedecerá". Simplemente eso, esa es la mejor prueba de que somos hijos de Dios, si le obedecemos. Un niño de la calle no tiene por qué obedecer a un padre de familia, pero un hijo sí. Ahora bien, el niño de la calle no tiene por qué recibir alimento ni vestido ni educación de un padre, el hijo sí.

El premio.

Para la clausura de un período de estudios o de la universidad se hace mención a los alumnos que se han destacado por sus esfuerzos, en otras palabras se les da un premio. El premio es al que sacó mejores notas, al que fue mejor compañero, al que se esforzó más, etc.

Dios hace lo mismo, él está dispuesto a darle premios a los esforzados. Por ello la escritura nos habla de los "galardones de Dios" (apocalipsis 22:12). Esforcémos pues en los caminos del Señor para poder recibir un premio, puesto que los hay.

Estirando la mano.

Cuando alguien se está ahogando la única forma de que no sea así, es que alguien le estire la mano y lo saque. Los que alguna vez hemos estado en esa situación hemos sentido esa sensación de impotencia y de tranquilidad conjuntos.

Nosotros podemos estirar la mano y salvar a los que se están ahogando en el pecado, preparándonos para ello, como lo hace un salvavidas para poder trabajar en el mar. Estudiando, estando en la presencia de Dios todos los días, hablando con Dios, siendo amigo de Dios para que él nos diga qué hacer, cómo hacerlo, y cuándo hacerlo, así nos preparamos.

El que falla tiene que pagar.

Hay un dicho muy popular en las naciones hispanas (naciones de habla española): "El que la hace, la paga". Nos referimos así, cuando alguien comete una falta y se supone que es quien tiene que reponer lo hecho. El que rompe un vaso es quien tiene que pagarlo. El que rompe un vidrio es quien tiene que reponerlo.

En lo espiritual Dios nos ha dicho que ahora también es así, pero, hemos de decir que hay pecados que aunque los cometamos nosotros hay gente inocente que también los paga. Por ejemplo, si yo soy un borracho, lo más seguro es que mi familia pase la misma verguenza que yo, a pesar de no haber cometido falta alguna. Por eso el consejo es: vivamos correctamente.

Las mismas metas.

Imagínese que tiene un amigo que quier ir al puerto que está en el norte de su país pero usted quiere ir al puerto que está al sur de su país, y que éste amigo le dice: "caminemos juntos".  ¿cómo pueden caminar juntos así?

Es muy fácil ver que al iniciar la caminata cada vez estarán más lejos uno del otro, pues uno va hacia el norte y el otro exactamente hacia el lado contrario. Por ello dice la biblia que no pueden caminar juntas dos personas que no piensen igual, que no tengan las mismas metas, que no persigan lo mismo. Eso quiere Dios de nosotros que caminemos con personas que piensan como nosotros.

Las pruebas son exámenes.

¿Por qué en la caminata cristiana hay tantas pruebas?  Bueno, la mejor manera que tenemos que explicarlo es la siguiente: Un niño entra al colegio a estudiar para graduarse de bachiller, pero resulta que a cada cierto tiempo le pasan un exámen o una prueba, y él dice ¡Yo no vine aquí para que me pasaran un exámen tras otro, yo vine para ser bachiller!

Pues precisamente por eso es que le pasan las pruebas o exámenes, para saber cómo va preparado para ser un bachiller. ¿Por qué? Porque luego va a la universidad y si no va bien preparado nunca se va a graduar de la universidad. Eso nos sucede en lo cristiano, si no estamos preparados nosotros ¿Cómo podemos preparar a otros?

El cristianismo... un camino duro.

Muchos se ilusionan cuando escuchan hablar de Dios, pero no todos están dispuestos a seguir el duro camino del cristianismo. Dios no nos ofreció que su camino fuera lleno de alegrías y tranquilidad. Que Dios nos da muchas satisfacciones en el camino eso es cierto, pero que nos dijera que todo nos iba a salir sin ningún problema, eso no es lo que él dijo.

Jesús dijo que ancho es el camino pero estrecha la puerta de entrada; que muchos son los llamados pero pocos los escogidos. Pablo nos dijo que por muchas tribulaciones nos es necesario entrar en el reino de los cielos.

Cuando Dios nos diga.

Es muy común que cuando conocemos al Señor querramos compartirlo con todos. Pero un buen hijo de Dios (como lo fue Jesús), espera que Dios le diga cuándo predicar, en dónde predicar, y especialmente a quién predicarle.

No se trata de salir al parque con un micrófono y señalar a todos de que se van a ir al infierno si no se arrepienten. Uno tiene que recibir las órdenes directas de Dios para saber hacer esa misión.

Lejos o cerca.

Qué tan cerca o qué tan lejos esté nuestro corazón del Señor, eso afectará la dureza o la suavidad que tengamos en el corazón. El hecho de estar expuestos a la presencia de Dios, hará que nuestro corazón entienda muchas situaciones por las que vivimos.

El estar separado de Dios, lastimosamente, hará que nuestro corazón se endurezca por la falta de esperanza. Es el estar frente a Dios que nos hace entender el por qué de cada situación en nuestra vida. No hay otra fuente de entendimiento en la vida del ser humano.

Pronto ya no se podrá.

Dios nos mandó a decir en Isaías, que buscáramos su rostro mientras podía ser hallado (Isaías 55:6), pues llegaría el día en que eso no sería posible. Hoy, estamos llegando a niveles de maldad tan grandes que ese día está por llegar.

La distracción que el mundo nos está dando es enorme, y cada día menos niños buscan a Dios. Oremos, leamos la palabra de Dios, porque el día está cerca, y pronto ya no se podrá hacer nada para encontrar a Dios de parte de quienes no lo han encontrado aún.

La verdadera religión.

Por todo el mundo hay gentes que dicen que pertenecen a una religión. Desde el momento en que nos inician a hablar de su religión nos dan la idea de que "esa", la que ellos practican es la verdadera y que nadie más se puede salvar si no la practican.

La biblia nos dice que la verdadera religión es "creer" en Jesucristo, y como "consecuencia o prueba" de que creemos en él, extender nuestra mano a los necesitados. Especialmente la viuda, el huérfano, y el extranjero.

Sólo un Dios.

El pueblo cristiano es el único pueblo que tiene un sólo Dios. Es un Dios poderoso que está sobre los dioses de todas las demás naciones. En el libro de Isaías se menciona que no debemos de ser como las otras naciones que tienen un dios por cada ciudad.

Alrededor del mundo vemos que eso es cierto, hay aldeas con el nombre de dioses; hay pueblos con el nombre de dioses; hay islas con el nombre de dioses; pero ninguno de ellos es un Dios vivo como el nuestro. Confiémos en nuestro Dios.

Por algún motivo.

No es casualidad, ni coicidencia, ni un accidente aislado el que hayamos nacido. No venimos a éste mundo sólo porque sí, para ver cómo crecemos, estudiamos, trabajamos, envejecemos y morimos. Fue Dios quien nos dió la vida por alguna razón específica.

Abraham fue traido porque iba a ser el primer judío de la historia; David fue traído porque iba a ser elegido rey; Pablo fue traído porque iba a ser un apóstol por excelencia; nosotros hemos venido para un propósito especial cada uno, preguntémosle a Dios qué desea de nosotros.

Un sólo camino.

La escritura es clara cuando nos dice que hacia la presencia de Dios sólo hay un camino, y ese camino se llama Jesucristo. Esa fue la razón por la cual Dios le envió (Juan 3:16). Pensar que sólo porque la gente parece buena va a ir al cielo es una idea falsa.

Sólo por medio del amor y la aceptación a Jesucristo, es que el hombre puede llegar a la presencia de Dios. Las buenas obras no son para lograr la salvación, las buenas obras son para demostrar que ya somos salvos y que por ello, estamos alcanzando el corazón bueno y dadivoso de Dios.

Hacia adelante.

En los momentos de terror, de persecusión, de angustia, el pueblo de Israel ya no quería seguir a sus líderes y por lo tanto ya no querían seguir adelante. En tiempos de Moisés por el pánico al faraón, el pueblo de Dios no quería ir al desierto, pero allí estaba la libertad.

En tiempos de los profetas mayores, el pueblo de Israel no quería ir al cautiverio en Babilonia pero allí estaba la salvación, pues  los que se quedaron en Jerusalén murieron. El mensaje es claro, cuando Dios nos habla es porque quiere que vayamos hacia adelante, no que retrocedamos o que nos quedemos parados.

Velad.

Cuando Cristo estaba por retirarse de éste mundo, les dió a los discípulos un consejo: Velad. Esto nosotros lo conocemos como estar despiertos por cualquier necesidad que haya que solventar. Cuando una persona está enferma en la familia nuestra acostumbramos a velarlo.

¿Para qué?   Pues como la persona está enferma y no puede valerse por sí sola, el que vela está allí para ayudarlo, o para cuidarlo. Dios quiere que todos los hombres en un hogar velemos. Pues somos los hombre los encargados de defender y proveer a la familia. Esto no quiere decir que no durmamos nunca, sino que oremos y estemos en comunicación con Dios.

Demos gracias.

Ayer una de nuestras nietas nos pidió por favor que le diéramos un rompecabezas. Como ya nos íbamos a la iglesia en el hogar le dijimos que no se podía porque no había tiempo. Su respuesta fue: "Dámelo porque te lo pedí por favor, y los niños educados dicen por favor y gracias, para que les den las cosas".

No dejó de tener razón, pero no había tiempo y se lo explicamos, situación que entendió. Así debemos de ser con Dios, tenemos que pedirle todo por favor y cuando lo hayamos recibido no olvidarnos de decir gracias.

Lo que Dios quiera.

El Padre Nuestro dice en una de sus partes: "Hágase tu voluntad y no la nuestra". Eso significa que todo lo que nos acontece o todo lo que nos sucede, es la voluntad de Dios. Y, por lo tanto nosotros debiéramos de estar atentos a no quejarnos o a gozar de ello dependiendo lo que estemos viviendo.

Si confesamos al orar: Hágase tu voluntad, quiere decir que nos estamos poniendo en sus manos, y por lo tanto es él quien decide. Así que todos los días debemos dar gracias por lo que nos sucede, aún y cuándo, nosotros no le veamos el bien inmediato.

Lo que agrada a Dios.

Cuando Dios se refiere a su pueblo en la escrituras, lo primero que le pide en el sentido positivo, o, lo primero que le reclama en sentido negativo es: Oh, pueblo mío... escucha hoy mi vos. Si hay algo con lo que podemos agradar o desagradar a Dios es con escucharlo o con no escucharlo cuando nos habla.

Y luego, el segundo paso es obedecer a lo que nos pide y cómo nos lo pide. El ejemplo perfecto lo vemos cuando nuestros padres nos dan una orden, en la manera que hagamos lo que nos piden así será el momento de agrado o desagrado con que nos hablen. Lo mismo sucede con Dios.

Dios no quiere sacrificios.

En varias oportunidades en la escritura leemos que Dios no espera sacrificios del hombre. Dios lo que quiere de sus gentes es "obediencia". Dios se complace más en que le pongamos atención a sus palabras, y que luego le obedescamos y no en estar haciendo sacrificios.

Sacrificios y holocauston no me agradan dijo Jehová, mas me complazco en la obediencia (David reconoció esto en el salmo 51, en los versos 16 y 17).

Dios es severo.

Todos sabemos y creemos en un Dios bueno y bondadoso. De hecho Dios es así, pero también tenemos que tener en mente que Dios tiene un límite, y cuando el hombre lo hace rebasar ese límite, Dios castiga.

Lo vemos cuando Moisés es enviado a salvar al pueblo de Israel. Cuanta gente se le rebeló fue castigada por Dios, en un día murieron 23,000 cuando no quisieron obedecer a Moisés. En otra ocasión los hermanos mismos de Moisés, Aarón y María, sufrieron lepra por no querer obedecer a Moisés.  Cuando Dios necesita ser severo simplemente lo es.

Seguir a Jesús, es duro.

Muchos al conocer a Jesús como nuestro salvador, nos entusiasmamos y queremos de inmediato salir a la calle a decirle a todo el mundo que la solución del hombre, es Dios. Ese es un propósito bueno, es un propósito sano, y ojalá que muchos más lo quisiéramos.

Pero, debemos de saber que seguir a Jesús no es tarea fácil, seguir a Jesús es muy duro estando ya en la práctica. Pues el seguir a Jesús nos implica dejar los placeres del mundo, lo cual es lo que le gusta al cuerpo hacer. Seguir a Jesús implica una vida de diciplina, de estudio, de orden, de honestidad, etc. 

No temas.

Muchas son las ocasiones en que el hombre tiene miedo en su vida. Algunos hemos tenido miedo a animales, a la oscuridad, a la soledad, etc.  Pero Dios nos dice que si él está con nosotros nosotros no debemos de tener miedo.

El le dijo a los grandes hombres de fe y de guerra de su pueblo que no tuvieran miedo, pues el estaba con ellos. Cuando sabemos que Dios está con nosotros no debemos de tener miedo a nada ni a nadie, pues él es quien nos protege y nos guía. Esto por supuesto, no deja de implicar que nosotros también debemos de ser prudentes y no debemos andar buscando problemas innecesarios. 

Israel, el pueblo escogido.

Isarel fue el pueblo que Dios quiso elegir para que fuera su pueblo desde hace miles de años. Por ello vemos que con todo y los pecados, las debilidades, las desobediencias, etc. de ese pueblo, Dios sigue bendiciéndolo.

Cuando Dios dice algo, no importa qué suceda en el camino, ese algo se cumple. A Dios no le tomó por sorpresa la caída de Adán y Eva; a Dios no le tomó por sorpresa tampoco que su pueblo fuera esclavo 400 años en Egipto; ni que estuviera cautivo 70 años bajo el poder de Babilonia. Todo estuvo siempre bajo su control. Lo mismo sucede con nuestras vidas, si somos escogidos de él, él sabrá cómo llevarnos a donde él quiere.

Entrega completa.

Cuando alguien toca  a nuestra puerta y nos dice: "buenos, días, le traemos una entrega personal". Esa persona nos da un paquete "entero", no nos da una parte de ese paquete. Porque eso es lo que nos ofrecieron, hacer una entrega.

En lo espiritual nosotros cuando le ofrecemos a Dios, entregarnos a él, se lo estamos ofreciendo completo, no le decimos te vamos a dar esto, y lo otro, pero aquello no. La entrega tiene que ser completa. Pues la salvación que Dios nos da también es completa, no es parcial ni es condicionada. Es completa.

Nunca solos.

Dios no quiere que el hombre esté solo. Cuando formó al hombre y vió que no tenía una pareja dijo: ¡No es bueno, que el hombre esté solo!. Y por eso fue que hizo a Eva. Así como en la vida Dios no quiere que el hombre esté solo sino que conforme una familia.

Así en lo espiritual Dios desea que tengamos una familia. Y así como en lo material Dios quiere que una familia camine unida, con una meta fija. Así quiere que su congregación camine con una sola meta, por ello es necesario comunicarnos con él todos los días, para saber a dónde nos quiere llevar.

Serán confundidos.

Dios, por medio del profeta Isaías le da al pueblo de Israel antiguo, un mensaje que también es para nosotros en el día de hoy. "Israel, serán vueltos atrás y en exremo confundidos los que confíanen en ídolos, y dicen a las imágenes de fundición: Vosotos sois vuestros dioses". (Isaías 42:17).

Dios quiere que le adoremos, que le amemos, que le sirvamos en espíritu no por medio de oro, plata, maderas preciosas, etc. en forma de dioses. Pues esas personas serán confundidas nos dice.

Calidad, no cantidad.

Dios no está esperando abarrotar (o llenar) el cielo de personas, él prefiere poca gente pero gente de calidad. Cuando nosotros estudiamos la historia del pueblo de Dios, veremos que nunca, ese pueblo fue abundante. Al contrario, siempre Dios se quedó con pocos, pero de esos pocos todos eran buenos.

Dios desea que seamos cristianos comprometidos, no del montón. Para lograr eso, es necesario que lo busquemos todos los días  y en todo momento. Eso nos hará de calidad, como él es; buscar el mundo nos hará de cantidad, como es el mundo.

Firmeza.

La firmeza es una virtud que nos hace iniciar algún proyecto y llevarlo a su fin. Nos dice la escritura que la firmeza debe ir acompañada de la planificación. La biblia nos pregunta: ¿Quién queriendo hacer una casa, no planifica y hace cálculos para ver si le alcanza lo que tiene para iniciarla y terminarla?

La firmeza es, iniciar algo con la seguridad y la convicción de que lo vamos a lograr. Para que cuando la termines seas un ejemplo bueno para otros.

Sin santidad, nadie verá a Dios.

Un requisito para entrar al cielo, es, ser Santo. Para ser Santo tenemos que andar por un camino especial y específico, no podemos ir por el camino de nuestra voluntad. Tenemos que ir por el camino de la voluntad de Dios.

¿Qué dice Dios acerca de ese camino? Pues nos lo dice en Isaías 33:15 y 16: "Caminar haciendo justicia; hablar lo recto; aborrecer dineros mal habidos; no recibir nada que no tenga buena procedencia; respetar la vida de los demás; no ver nada que ofenda la presencia de Dios".

Hagamos lo que nos corresponde.

¿Qué es hacer lo que nos corresponde? Esto es, cumplir con las tareas que nos tocan hacer. Siempre que predico me gusta poner éste ejemplo. Cuando un varón del Señor tenía necesidad de comer y darle  de comer a su familia, le pidió a Dios una vaca. Pues sabía que con esa vaca él podía sacar leche, crema, quesos, y mantequilla venderlas y comprar comida.

El Señor le concedió a éste varón la vaca... eso le correspondía hacerlo a Dios. Pues el varón no tenía dinero para comprar la vaca, Dios se la proveyó como un regalo. Pero, la alimentada, la cuidada, y el ordeño de la vaca, así como hacer la crema, los quesos, y la crema ya no le correspondía al Señor, esa ya era la labor del varón. A eso nos referimos con hacer lo que nos corresponde.

El cielo y el infierno.

Dios creo dos lugares de destino final para las almas, el cielo y el infierno. Cuando el hombre está sobre la faz de la tierra, decide tomar el camino del bien, que le lleva al cielo; o decide tomar el camino del mal, que le lleva al infierno.

Según nos cuenta la Palabra, ambos lugares son eternos y no se puede pasar de uno a otro después de muertos ( ver Lucas 16). Es pues, aquí en la tierra, en donde, con nuestra forma de vida decidimos a cuál iremos al morir.

En aquellos días.

Cuando la biblia nos habla de la expresión: "en aquellos días", nos está hablando de los días previos al día en que vendrá Jesús otra vez. Desde los profetas antiguos hasta los evangelios esa expresión se refiere a esos días.

Y cuando se refiere a ese tiempo casi siempre las frases que le acompañan son frases que nos hablan de estar atentos, de estar preparados, de estar velando, de estar orando, de estar buscando las señales que nos fueron dadas.

La ira.

La ira nos dice la escritura que no es buena. Porque nos lleva a hacer actos que no le agradan a Dios. Por ejemplo veamos cuando a Jesús lo iban a tomar preso en Getzemaní. Pedro encendido en ira, tomó su espada y le cortó lo oreja a Malco, un soldado de la guardia pretoriana.

Jesús lo reprendió y le dijo que no se actúa así. Que es Dios quien permite y quien detiene ciertas acciones. Pero que en ese caso era lo correcto, pues si Jesús no se iba preso, no moriría, y si no moría entonces no seríamos salvos nosotros.

Severidad.

Severidad es una palabra que utilizamos para indicar que alguien o algo es duro o recio. La biblia nos dice que Dios es severo. ¿Cuándo nos lo dice? Cuando nos dice que se ha dejado de escuchar la voz de Dios.

Cuando nos dice que si Dios quiere que paremos, hemos de parar; que cuando Dios dice que caminemos, tenemos que caminar; que cuando Dios nos dice que esperemos, hemos de esperar. etc. Y, si en esos casos no lo escuchamos y no hacemos lo que él dice, entonces las consecuencias vendrán porque él es severo.

El poder de Dios, no es fuerza.

Cuando decimos que Dios tiene poder, no estamos diciendo que Dios es el ser más fuerte sobre la faz de la tierra y que por eso es que nos manda. No, cuando decimos que Dios es y tiene poder, es porque él nos convence de su autoridad, de su posición, de que él es el dueño de todo y de todos.

Si Dios quisiera demostrar su poder podría destruir el mundo o construir otro con un tronar de dedos. Miremos con qué facilidad un terremoto, enviado por Dios, destruye una ciudad; o cómo, un sunami también enviado por Dios, destruye muchos pueblos.

El Perdón.

Toda la vida vamos a tener personas que nos hacen daño o que nos causen algún dolor, pero nosotros también lo haremos de alguna manera a otras personas. Para entrar al reino de los cielos es necesario que sepamos perdonar.

Si Dios no nos perdonara nuestros pecados, no podríamos entrar al cielo. Eso lo hace él para que aprendamos con el ejemplo, de que hemos de perdonar a otros lo que nos hacen.

La perseverancia.

Hace dos días un jugador de las Grandes Ligas de beis tomó el bate por primera vez en su vida en un juego profesional. Dió dos batazos impresionantes y fue la sensación del día. ¿Por qué? Si hay jugadores que hacen mucho más que él.

La razón fue sencilla, espero y entrenó 9 años y jugó 949 juegos en ligas menores ANTES de ser llamado al equipo principal. La pregunta es. ¿Y si al juego 948 él hubiera dicho... me rindo, éste equipo JAMAS me llamará para jugar en la mayor? Simpelente NO LO HUBIERA LOGRADO. La perseverancia lo hizo esperar un juego más y lograr su sueño de toda la vida.

Seguridad.

¿Qué niño de brazos conocemos que no se sienta seguro en los brazos de su madre? ¿Qué persona conocemos que no se sienta segura en el ceno familiar, con su esposo o esposa, con sus hijos, con sus padres?

Esa seguridad que nos dan las personas, o quizás el tener un trabajo, una casa propia, un auto propio para trabajar, etc. no es nada comparado con la seguridad que tenemos cuando nos cobijamos a la sombra de Dios. Confiemos nuestra alma, nuestro espíritu, y nuestro cuerpo al Señor.

Uno, es mucho o suficiente.

Cuando pensamos en el número uno, pensamos que es muy pequeño, que es muy chiquito, que es muy poquito, etc. Pero, depende de que estemos hablando. Si hablamos de un helado, es poco; si hablamos de un dulce, no sólo es poco sino que muy chiquito.

Pero si hablamos de un pecado, éste puede ser mucho y muy grande. Un sólo pecado nos puede sacar del reino de Dios, si éste pecado es muy grave, el asesinato, el robo, un vicio, pueden ser suficiente para que no entremos al reino de los cielos.

El cielo y el infierno.

Dios nos dijo que hay gente buena y gente mala, nos dijo que hay personas que estarán en el cielo y que hay gentes que no estarán en el cielo. Nos dejó una parábola en donde un pobre llega a un lugar de reposo y paz, mientras que un rico que en vida tuvo de todo, ahora estará en un lugar de tormento por toda la eternidad.

Cuando Dios dice algo no miente, y si él nos dice que hay un paraíso para los buenos, y que hay un infierno para los malos... tenemos que creerle porque es cierto.

¿Qué es un profeta?

Un profeta de Dios es una persona "asignada y escogida" por Dios, para recibir de él palabra que tiene que ser escuchada por el pueblo de Dios. Dios siempre ha utilizado hombres especiales para hacer saber a su pueblo lo que quiere de él, o lo que va a suceder pronto.

Un profeta de Dios no es una persona que se para, por voluntad propia, a decir lo que se le antoja delante de una congregación. Tiene que ser una persona elegida por Dios mismo.

La fe.

Dice la Biblia que fe: es creer en lo que no se ve. Y también dice la escritura que: sin fe nadie verá al Señor.

Una de las formas más maravillosas que nosotros tenemos de demostrarle a Dios que le amamos, es la fe.  Y una forma maravillosa que tenemos de demostrar esa fe, es orar todos los días. Pues orando estamos creyendo que lo que no vemos hoy lo veremos mañana, porque él lo hará posbile.

Esto es personal.

En muchas materias de la vida uno puede hacer el trabajo por otro, en el colegio alguien me puede hacer la tarea y yo salir bien; en la casa alguien puede limpiarla por otro, y ese otro salir bien.

Pero en los asuntos espirituales, en lo que tiene que ver con Dios y el hombre, y el hombre con Dios, eso no puede ser. La relación con Dios es personal y el hecho de que mis padres tengan una buena relación con Dios NO ME SALVA. Tengo que ser yo quien tenga esa relación con Dios directamente.

El dinero no es todo en ésta vida.

Nuestros padres nos instruyen desde niños para que podamos enfrentar la vida, pues no es lo mismo trabajar sin saber leer y escribir, que siendo uno un ingeniero, un licenciado, un médico. Eso está bien, pues mientras mejor estemos preparados más fácil será nuestro encuentro con la vida.

Pero también es importante la preparación espiritual, dice la escritura que de nada le sirve al hombre ganar (o comprar) el mundo, si pierde su alma. Preparémonos entonces fuerte en lo espiritual.

Los buenos y los malos.

Los derechos humanos hoy en día dicen que todos somos iguales, que todos merecemos de todo. En un sentido eso es cierto, pero con una condición: Que hay que merecer lo que se gana o lo que se recibe.

Dios nos dice que hay buenos y malos, y que cada uno recibirá lo que merece. Entonces no es posible que un ladrón, un asesino, un secuestrador reciban lo mismo que una persona que se dedica a hacer el bien. Si Dios dice que hay buenos y malos, es porque los hay. Y si Dios dice que cada uno recibe lo que se merece... así debe ser aunque los derechos humanos digan otra cosa.

Compartir.

Todo lo que Dios nos da, no sólo es para que cubramos nuestras necesidades, sino también es para que lo compartamos con los más necesitados. Cuando tengamos para compartir también hemos de ser guiados por Dios para compartirlo.

No se trata de salir a la calle y darle dinero a un borrachito para siga bebiendo; no podemos darle dinero a un drogadicto para siga consumiendo drogas. Debemos pedir a Dios que nos de discernimiento (sabiduría) para poder dar.

La blasfemia contra el Espíritu Santo.

Nosotros conocemos como blasfemias, las malas palabras, los insultos, el hacer de menos con nuestra lengua a otra persona. Pero para Dios la blasfemia no son insultos, sino es NEGAR su obra.

Cuando nosotros negamos la obra de Dios en nuestras vidas, estamos diciéndole a Dios mentiroso, diciéndole que no necesitamos de él, y ese, es el pecado que el más aborrece y que dice la Biblia que él NO perdonará jamás.

Luchando.

Cuando hablamos de luchar en los caminos del Señor, no estamos hablando de andar quitando cabezas con espada, ni andar disparando revólveres contra todos.

Estamos hablando de prepararnos con la palabra de Dios, para luego salir a enfrentar a todos aquellos que con argumentos humanos nos quieren negar primeramente que Dios existe, y luego, que Dios quiere y tiene que ver con la vida del hombre sobre la tierra ahora, y luego en el cielo o infierno en la eternidad. 

Temor de Dios.

El temor a Dios no es tenerle miedo a Dios. Es tener respeto por lo que él desea que nosotros hagamos. El temor a Dios se manifiesta cuando nosotros oímos de él qué es lo que quiere que hagamos, cuándo lo hagamos, para quién lo hagamos, y cómo lo hagamos.

No mirar atrás.

En la escritura vemos cómo Dios le dijo a Lot cuando iba a destruir Sodoma y Gomorra: No vuelvas tus ojos atrás. Sabemos que la esposa de Lot quería ver esa destrucción y volvió sus ojos atrás, nos narra la historia que en ese momento quedó convertida en estatua de sal.

Nosotros seguramente no nos convertiremos en estatuas de sal si vemos el pasado, pero la lección es que un creyente debe ver para adelante espiritualmente hablando, para así, no cometer las faltas del ayer. Dios va delante nuestro y es a quien debemos ver.

La restauración.

Restaurar algo es volverlo a su forma original. Cuando Dios nos dice que quiere restaurarnos, es porque quiere que volvamos al estado en que estaban nuestros primeros padres sobre la tierra.

Dios quiere llevarnos por medio de la salvación y la justificación, al estado de inocencia en que vivieron Adán y Eva en el Edén. Y eso solamente se logra estando con él todos los días de de nuestra vida terrenal.

Poco a poco.

Cuando iniciamos a aprender a manejar carro, el instructor de manejo nos decía: "Maneje despacio, lo que le urge no es llegar, lo que le urge es que llegue". Al principio no entedíamos el juego de palabras pero luego entendimos.

Lo que urge no es llegar primero o andar matando a medio mundo por llegar, lo que urge es que lleguemos, que lleguemos bien, y que seamos de bendición a otros por haber llegado. Lo mismo sucede en lo espiritual.

Oir su voz.

Cuando decimos en términos cristianos "oír su voz", no necesariamente quiere decir que Dios bajo de los cielos y nos habló al oído.

Pero sí implica que el puso en nuestro corazón una idea, un mensaje, una palabra, una acción, y que nosotros seguros de ello vamos y hacemos o decimos lo que él nos dijo.

Promesas.

Prometer algo es comprometer nuestra palabra. Cuando nosotros le decimos a alguien que haremos algo por él o para él, esa persona confía en que sí lo haremos. No hacerlo es defraudarlo y ofenderlo.

Dios no quiere que le hagamos promesas, pero si se las hacemos "tenemos" que cumplirlas porque cuando él nos promete algo lo cumple. Y nosotros como creyentes debemos ser iguales a su imagen y semejanza.

La bondad.

La bondad es una virtud de Dios que nos implica que él desea lo mejor para nosotros, o sea, que él es bueno. Y él desea que nosotros seamos iguales con todos los que nos rodean.

La bondad de Dios no depende de la bondad de nosotros, si así fuera, entonces no recibiríamos nada de él, porque nosotros somos malos por naturaleza. El nos da porque es bueno, y así desea que seamos nosotros, que demos sin esperar a recibir nada a cambio.

La salud.

Uno de los tesoros más grandes que el ser humano tiene es la salud. Cuando estamos enfermos no podemos hacer nada, o al menos lo que hagamos o nos cuesta mucho hacerlo o lo hacemos mal.

Lo mismo nos sucede en lo espiritual, si no tenemos una buena salud espiritual lo más seguro es que lo que hagamos, lo que pensemos, lo que digamos a nivel espiritual en lugar de beneficiar y bendecir a otros, los terminará enfermando igual que a nosotros.

¿Con quién caminamos?

La bilbia nos pregunta: ¿Caminarán dos personas juntas, si no están de acuerdo? Imaginémonos que estamos con un amigo que quiere el al norte, y nosotros queremos ir al sur ¿a dónde iremos?

Así sucede en lo espiritual, no podemos ni debemos caminar con nadie que no tenga nuestra misma meta, nuestra misma visión, nuestros mismos ideales acerca de Dios.

Motivación.

Estar "motivado" es estar "entusiasmado" por hacer algo. El niño que está motivado para ser un ingeniero, desde pequeño inicia desarmando sus juguetes o lo que le llega a las manos para volverlo a armar (sin que le sobren piezas por supuesto).

Si desde pequeños queremos servir a Dios, entonces desde pequeños debemos estar "motivados o entusiasmados" leyendo y aprendiendo la biblia.

La bendición de Dios.

¿Cómo sabemos que hemos sido bendecidos por Dios? ¿Cuando tenemos dinero? ¿Cuando tenemos paz?. Somos bendecidos por Dios cuando tenemos paz, gozo, tranquilidad.

Muchos confunden el tener dinero con tener la bendición de Dios. Todos tenemos la bendición de Dios, el tener dinero es prosperidad, que es un punto distinto.

Buena obra deseas.

Cuando uno desea servir a Dios predicando su palabra, dice la escritura que:"Buena obra deseamos". Dios no solamente quiere sino necesita hombres y mujeres de bien, que prediquen su palabras.

Pero para ello, como para todo en la vida, uno debe de prepararse. Una persona que quiere construir debe estudiar números y cálculos para que las construcciones resistan. Una persona que quiere predicar debe vivir cerca de Dios y estudiar su palabra para salir a predicar cuando él nos lo indique.

¿Qué es clamar a Dios?

Clamar a Dios no significa pegar de gritos. Lo que significa es hacer una reflexión sincera, y despojarse uno de su verguenza para decirle a Dios que uno reconoce sus limitaciones, y, al mismo tiempo su grandeza.

Reconocer que sin él y su ayuda, no podemos hacer nada ni llegar a ningún lado.

En espíritu.

Dios quiere que le adoremos pero en espíritu, no por medio de imágenes. Una imagen es falta de fe, porque le estamos diciendo a Dios que necesitamos "verlo" para creer en él.

Prepararse.

Estar preparado o prepararse significa que tenemos todo listo para la actividad que vamos a realizar. Si vamos a estudiar, se supone que tenemos lápiz, papel, libros y cuardernos listos.

Si vamos a acercarnos a Dios, se supone que tenemos nuestro corazón dispuesto para ver y oír qué es lo que nos va a decir. Tenemos nuestra bíblia y estamos preparados espiritualmente para recibirle.

El profeta.

¿Para qué ha pueso Dios a los profetas entre la iglesia? Los profetas son hombres muy cercanos a Dios, que escuchan su voz y los deseos de su corazón, para luego venir y decírselo a su pueblo.

Para que el pueblo que está buscándolo todos los días esté enterado de lo que Dios va a hacer. Amós es un ejemplo de ello (veáse el capítulo 3).

Cuidado.

Tener cuidado en algo es poner toda nuestra atención para no echar a perder ese algo. Por ejemplo, si tenemos cuidado cuando manejamos un cuchillo en la cocina, estamos evitando lastimarnos una mano, un dedo, etc.

Tener cuidado de todo lo que hacemos es bueno, porque estamos salvando nuestra alma de ser lastimada. Estamos también evitando lastimar a Dios con malas acciones, pues a él no le gusta que las hagamos.

Qué es la muerte.

Todos tememos a la muerte, pues hemos visto a nuestras mascotas cuando mueren, son cuerpos sin movimientos, sin sentimientos, sin voluntad. En eso se convierte también el cuerpo del ser humano cuando muere.

Sin embargo, nos dice la escritura que cuando el ser humano muere pero está en paz con Dios, Dios se lo lleva con él para siempre. Nosotros creemos esa palabra de Dios. Por ello, es que aun cuando nos duela no volver a ver a un ser querido, sabemos que le veremos en la presencia de Dios.

Rectitud.

Todos sabemos lo que es una línea recta. Según nos enseñaron en la escuela: la línea recta es el punto más corto entre dos distancias. En lo espiritual es igual, la forma más fácil y rápida de llegar a Dios es caminar recto, o sea, con rectitud.

Caminar con Dios.

¿Qué significa caminar con Dios? Significa que Dios bajará del cielo y nos tomará de la mano para que no nos suceda nada, no. Caminar con Dios es que cada día, todo lo que hagamos lo hagamos pensando en que Dios nos ve, nos oye, nos vigila, nos cuida, nos protege.

Por ello es que debemos desde la mañana encomendarnos a su mano, para que él realmente mire que queremos agradarlo.

Idolatría.

Idolatría es adorar dioses, y es un pecado que Dios aborrece mucho. Dios es bueno y misericordioso con todos nosotros, y a cambio de eso lo único que quiere es ser él el centro de nuestra vida.

Si hemos de amar, si hemos de seguir, si hemos de buscar a alguien... ese tiene que ser Dios. Eso es lo que él desea de su gente. Y nosotros somos su gente desde el momento en que confesamos que él es nuestro Dios y único salvador.

El error.

Todos cometemos errores y lamentablemente, cada vez que cometemos uno tenemos que pagar las consecuencias. Cuando uno rompe algo, debe reponerlo. No sólo es decir: pido perdón, lo hice sin querer. ¡Hay que restituirlo!

Cuando nosotros pecamos, cometemos un error. Y no sólo es cuestión de decirle a Dios: perdón. Tenemos que restituir nuestra relación con él.

Destruidos.

Dice la Palabra de Dios que su pueblo es destruido porque le falta conocimiento. El conocimiento es lo que nos hace que tengamos algo y nos dure. Cuando compramos un aparato eléctrico, lo primero que nos dicen es: Lea las instrucciones, pues sino pierde la garantía por mal uso.

Lo mismo nos sucede en lo espiritual, si no conocemos qué es lo que Dios quiere para el hombre, echaremos a perder nuestra vida espiritual.

Una sonrisa.

Debido a los afanes en los que nos vemos envueltos cada día, es difícil ya, encontrar a las personas con una sonrisa en el rostro. Muchos son los que salen peleando de su casa, que pelean en el tráfico, que pelean en el trabajo.

Los que tenemos a Dios en nuestro corazón tenemos que tener una sonrisa en el rostro. Tenemos con nosotros más que el dinero, más que casas y carros y cualquier otro placer... tenemos a JESUS en nuestro corazón y viviendo TODOS los días con nosotros.

¡Dale duro! ¡Dale duro!

Cuando nos invitan a una fiesta de cumpleaños, en latinoamérica generalmente, hay una piñata. Los anfitriones de la fiesta deciden pasar a todos los niños a que la golpéen para romperla y que los dulces caigan.

Para que la piñata se rompa hay que pegarle duro, y esas son las expresiones que escuchamos en sonora unidad. En la caminata cristiana hemos de pegar duro si queremos que los dulces lleguen. Nada es gratis en éste mundo y menos en el espiritual.

El primer paso.

Alguien preguntó: ¿Cómo se inicia una caminata de mil kilómetros? Y la respuesta que dió él mismo fue: "dándo el primer paso". Sí, nunca iremos a ningún lado si no iniciamos a hacer algo.

Un mueble nunca estará terminado, si el carpintero nunca va y compra la madera; un auto nunca estará frabicado, si el constructor no hace primero el diseño; una vida espiritual nunca será salva, si primero no busca a Dios.

Buscar a Dios.

¿Qué significa buscar a Dios? ¿Será acaso que Dios se nos pierde? No. Somos nosotros los que nos perdemos todos los días y a cada momento, cuando en el afán del día nos olvidamos que Dios nos observa, que Dios nos cuida, que Dios quiere tener compañerismo con nosotros.

Cuando decimos buscar a Dios entonces, no es por otra razón que por explicar de alguna manera que queremos estar con él.

Pronto.

Si queremos agradar a Dios, hemos de hacer lo que él nos pide, pero pronto. Dios no desea tener en reino alguien que haga su propia voluntad, o aún que haga la voluntad de él pero fuera de tiempo.

Si Moisés no hubiera sacado al pueblo el día que Dios dijo, el pueblo nunca hubiera salido de Egipto; si Josué no hubiera atacado Jericó el día que Dios dijo, Jericó nunca hubiera caído; si Jesús no hubiera entregado su vida el día que Dios le dijo, nosotros nunca hubiéramos sido salvos.

Oír de Dios.

Muchas personas dicen: "El Señor me dijo..." Pero después de que hacen lo que "Dios les dijo" vemos que el resultado no es bueno. Por lo tanto comprobamos que no fue Dios quien les dijo.

Cuando Dios habla a alguien para que haga algo. Ese hecho no trae consecuencias consigo. Sino que el resultado es bueno siempre. Esa es la mejor manera de saber si realmente Dios nos dijo.

Las fiestas.

Cómo se alegra uno cuando viene su cumpleaños, se piensa en los amigos, en los dulces, en la piñata, los helados, todo pensamiento va encaminado al día de la fiesta.

Dios quiere que cada día de la semana sea para nosotros con él, una fiesta. Qué mejor fiesta que estar guardados por el Señor todos los días, caminar con él, platicar con él, que él sea quien nos guarde, quien nos guíe, quien nos aconseje.

Escuchar.

Muchas veces nuestros padres o maestros nos llaman la atención porque no hicimos algo bien. ¿Cuál fue la razón? No escuchamos bien. Por ello es que en ocasiones después de que nos dieron una orden, ellos preguntan ¿escuchaste bien?

Es importante escuchar bien lo que Dios nos dice, para que cuando hagamos lo que nos mandó, lo hagamos conforme a su voluntad y no la nuestra. Así lo agradamos.

El tiempo.

Una de las situaciones que más agrada el corazón del Señor es aprovechar bien el tiempo. El tiempo que pasa no lo podemos regresar. El tiempo perdido no se puede recuperar.

Imaginemos qué hubiera sucedido si Jesús, quien tenía sólo 3 años y medio para predicar el evangelio, se hubiera ido a la playa a asoliarse dos años. El misterio de la redención del hombre, no se hubiera consumado; muchos enfermos, no se hubieran sanado; muchos pecadores, no se hubieran convertido; y muchos muertos, no hubieran resucitado.

¿A dónde iremos?

Cierto día el Señor Jesús les preguntó a sus discípulos si se querían regresar a donde vinieron. Los discípulos respondieron: Señor, ¿a dónde iremos?.

Después de degustar la presencia de Dios, no hay NADA en éste mundo que nos llene el corazón tanto, como la nos lo llena Dios. Ya no queremos ira a otro lado.

Una sonrisa.

Cómo alegra el rostro de una persona cuando sonríe. Por eso los niños son tan lindos porque siempre van con una sonrisa en los labios. Quizás por ello fue que Jesús dijo que si no nos hacíamos como niños: NO ENTRARIAMOS AL REINO DE LOS CIELOS.

El cielo es de y para los niños. Y uno puede ser niño a cualquier edad. Un juguete nos distrae a niños y a ancianos; una sonrisa hace tanto bien a un niño como a un anciano. Cuando miremos a alguien démosle una sonrisa.

¿Espirituales o carnales?

Todos los hombres vivimos, por lo material o por lo espiritual. Una persona vive por lo material cuando no piensa en Dios. Sino cuando todo lo que hace lo hace para agradarse asímismo.

Y una persona vive por lo espiritual, cuando a pesar de que tiene que comer, tiene que vestirse, tiene que estudiar o trabajar, todo lo que hace, lo hace pensando en Dios, y con el afán de agradarlo a él.

Sígueme..

En una ocasión había un hombre publicano, de esos hombres que siendo judíos trabajaban para el gobierno romano cobrandoles los impuestos a sus propios hermanos judíos. Dichos hombres no eran muy queridos porque no sólo trabajaban para el gobierno, sino que era un gobierno ajeno, sino también lo hacían con prepotencia.

Un día pasó Jesús frente a uno de ellos y le dijo: Sígueme. Y el hombre dejó todo lo que estaba a su cargo y lo siguió. Ese hombre se llamaba Mateo, quien llegó a ser un gran apóstol y hasta escribió uno de los evangelios.

Tiempo y calidad.

Ayer estabamos afanados en el trabajo cuando el teléfono sonó. Era uno de nuestros nietos, que nos preguntó: ¿Estás ocupado? Sí estábamos ocupados, pero se le respondió que hablara. Entonces él a su vez respondió: "Es que si estás ocupado hablo poco". Eso nos hizo dejar por un lado el trabajo y dedicarle TODO el tiempo que él requirió.

Luego de haberle dedicado tiempo al nieto, vino a nuestra mente lo siguiente: ¿Y si nosotros le preguntáramos con esa inocencia a Dios, Señor, estás ocupado? Ya sólo la pregunta nos quebrantó, pues sabíamos la respuesta... Dios Padre dejará TODO y nos dedicará el tiempo que requiramos.

Vivos y muertos.

Cuando nosotros vemos venir a una persona caminando, pensamos que está viva. Si la vemos metida en un cajón en una funeraria, pensamos que está muerta.

Jesús dijo, que quienes lo recibimos a él en nuestro corazón estamos vivos. Los que no lo reciben están muertos. Así que, muchos que vemos caminanando están muertos espiritualmente; y muchos de los que vemos en una funeraria metidos en un cajón están vivos para Dios.

Compartir.

Compratir significa dar de lo que tenemos. No es necesario que demos todo lo que poseemos, dar una parte para solucionar la pena de otro, agrada a Dios como si lo diéramos todo.

En una parte de la escritura dice: "El que robaba, ya no robe más, sino trabaje para cubrir sus necesidades, y poder DAR a los necesitados". Efesios 4:28.

¿Qué es el pecado?

El pecado es una ruptura. Una ruptura con Dios. Estamos unidos con Dios media vez no pequemos. El pecado es lo que nos separa de Dios y lo que nos hace perder su amistad.

Cuando queremos ser amigos de alguien, hacemos lo que a ese alguien le gusta. Pues para ser amigos de Dios no debemos de pecar, pues eso nos aleja de él.

Un abrazo.

El estado de ánimo de las personas no siempre está para platicar, pero por muy alejado o por muy en silencio que alguien quiera estar, le podemos hacer compañía ayudarlo.

No siempre las palabras lo dicen todo, en ocasiones es mejor saludar de manos, dar una palmadita en la espalda, dar un abrazo, o simplemente, estar allí. Un abrazo en determinados momentos da fuerza, ánimo, valor y hasta consuelo.

Gozosos.

Pablo les dice a los creyentes de Tesaloníca cuando se despide en su carta: ESTAD SIEMPRE GOZOSOS.

¿Y cómo no hemos de estar contentos los que tenemos a Cristo en nuestro corazón?Tener a Cristo en nuestro corazón es como vivir de fiesta, pues tenemos lo mejor que un hombre puede tener, esto es, al Rey de Reyes viviendo con nosotros. Y ¿cuándo hemos visto a alguien triste en una fiesta?

Unión.

Si tomamos un dulce de azúcar largo y lo partimos en trozos, ya no lo podemos unir de nuevo, se queda roto. Porque la miel cuando se enfría se endurece. La única forma que tenemos de volverlo a unir, es calentándolo, pues el azúcar al calentarla se derrite.

Cuando nosotros nos separamos del Señor, si no tomamos de nuevo su calor; nos enfriamos poco a poco y nunca más volveremos a estar unidos a él.

Doctrina.

La doctrina es una enseñanza que recibimos. La biblia nos explica que debemos estar atentos a qué doctrinas recibimos. Pues hay doctrinas humanas y las hay divinas. La doctrina humana se basa en la lógica y la razón. Si algo sube, entonces tiene que bajar.

Jesús rompió la doctrinas humanas, por ejemplo cuando ascendió al cielo; pues dice una enseñanza humana que la gravedad hace bajar los cuerpos, pero Jesús venció a la gravedad y lo hizo subir.

La Puerta.

Las puertas nos sirven para entrar a algún lugar o para cerrar y asegurar un ambiente. Cristo nos dijo que El es la puerta, y todo aquél que por medio de él entrare, sérá salvo.

La palabra original para decir "salvo" que Jesús mencionó fue la palabra griega "sozo", que también significa: Salvado de la destrucción. Eso es lo que Dios Padre quiere, que por medio de Jesús, entremos al cielo para ser salvos de la destrucción.

Resistid.

Toda la vida del hombre es una constante lucha o esfuerzo. Nos cuesta levantarnos de la cama, nos cuesta estudiar, nos cuesta trabajar, nos cuesta llevarnos bien con las demás personas, etc.

Y nos cuesta porque tenemos que resistir a algo o a alguien, el reloj por el tiempo, estudiar porque hay elementos difíciles de entender, el trabajo porque es duro, las personas porque todos somos difíciles de entender, etc. Siempre tenemos que resistir a algo, pero debemos de luchar hasta el final para poder vencer para agradar a Dios y sentirnos contentos.

Valientes.

Jesús dijo en una ocasión: "El reino de los cielos sufre violencia (guerras, conflictos), pero los violentos (valientes, fuertes, luchadores) lo arrebatarán.

Todos queremos estar en el cielo, pero pocos quieren pagar el precio. Todo en la vida cuesta mucho conseguirlo, cuánto más nos costará conseguir el reino de los cielos.

Todos somos iguales.

Delante de los ojos de Dios toda persona es igual a otra, una quizás está vestida con ropas finas, y el otro quizás está vestido con ropas rotas, pero a sus ojos ambos son iguales como seres humanos, y ambos son importantes.

Quizás por ello es que nos dice que cuando en la congregación entren dos personas con esas características, no seamos más amables con uno que con el otro, pues ambos valen lo mismo.

La fe, es respaldada por las obras.

Cuando una persona dice que tiene fe en Dios, sus obras tienen que ser buenas. Pues las obras malas las hacen aquellos que no conocen a Dios. Por tanto, si no hacemos obras buenas, entonces no podemos "demostrar" que somos amantes y seguidores de Dios.

Una persona buena, da frutos buenos; una persona mala, da frutos malos. En ocasiones hay personas que parecieran buenas, pero no lo son. Sólo el espíritu de Dios nos puede dar el discernimiento para conocer esa verdad. Un ejemplo sería ver que una persona ladrona, haga buenas obras con el dinero robado, esa persona no está en lo correcto.

No olvidemos.

Qué bien se siente cuando uno entra a una tienda, a una librería, o, a cualquier lugar, y la persona encargada nos saluda por nuestro nombre. Eso significa que se acordó de nosotros. Algo bueno o agradable hicimos o le dijimos para que no nos olvidara.

Eso es lo que Dios desea de nosotros, que no olvidemos lo que él es y lo que él hace por nosotros. Cuando lo olvidamos y no le damos las gracias, él se siente triste.

Servir.

Cuando nosotros vemos en el bote de la basura algo, es porque ya no sirve. Podemos encontrar un balde plástico que pensamos ¿por qué lo tiraron?; pero cuando lo vemos detenidamente, está roto o le falta algo, y por eso ya no sirve y se tira.

Dios es un Dios que desea que todos sirvamos, pero, el que no sirve, será desechado al final de los tiempos. Un balde plástico si está roto y no guarda nada, ya no sirve. Un ser humano que no atiende las necesidades de otros, sean éstas materiales o espirituales... es como un balde plástico que no guarda nada, y su fin es el basurero.

Las jerarquías.

Una jerarquía es una línea de mando. En la casa manda el papá, luego la mamá, luego el hijo mayor, etc. En una empresa manda el dueño, luego el gerente general, luego cada uno de los gerentes de área, ventas, compras, administración, cobros, etc.

En lo espiritual también hay jerarquías. Dios Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo son la cabeza de la iglesia, luego del pastor, luego los ancianos, luego los ujieres, etc. y Dios nos manda que respetemos todas esas líneas de mando.

Trabajando para Cristo.

Es muy importante que un hombre o una mujer que se dicen creyentes, trabajen. No se puede "dar" testimonio a los no creyentes, si primero no "somos" testimonio.

El trabajar para Cristo también es importante, porque el trabajo material nos da de comer, pero el trabajo espiritual nos lleva a la vida eterna. No por sí, sino porque es lo que agrada a Dios, después de haber reconocido a su Hijo como nuestro suficiente Salvador.

¿En dónde está Dios?

Dios está en todos lados, Dios es omnipresente, eso quiere decir que aunque no lo vemos él está en cualquier rincón de la tierra.

La omnipresencia de Dios implica que con su gran poder, él puede estar en la China, en Brasil, y en Inglaterra al mismo tiempo. Es como si para él el mundo fuera un desfile de estudiantes en un día festivo, y él estuviera sobre todo el desfile en un helicóptero.

Esfuérzate y se valiente.

Dios le dijo a Josué: "Esfuérzate y se valiente, porque yo estaré contigo". Esa es una expresión que le dió a Josué el valor para conquistar pueblos poderosos.

Y esas mismas palabras nos son dichas a nosotros hoy en día. Sólo los valientes y esforzados conquistarán los secretos de Dios en su Palabra, y esa Palabra los hará ganar almas para el reino eterno de Dios.

Hagamos tres tiendas.

En el Monte de la transfiguración, en donde Jesús se mostró a sus discípulos como el verdadero Rey, el verdadero Hijo de Dios sobre la faz de la tierra. Dicen las escrituras que el momento fue tan placentero, que uno de sus discípulos dijo: Señor hagamos tres tiendas y quedémonos aquí (Mateo 17:2).

Pedro, el discípulo que dijo esas palabras, estaba tan impactado que no pensó en él, las tiendas eran para Moisés, Elías y Jesús. Pero él no pensó nunca en él, así de hermoso fue ese momento. Ojalá pudiéramos nosotros ver a Jesús así, y no pensar en nosotros.

Amistad.

Uno de los tesoros más grandes que puede tener el ser humano, es un amigo. Y para una persona que es espiritual el mejor amigo que puede tener es Jesús.

Ciertamente a Jesús no lo vemos, pero si nosotros hablamos con él, nos responde; si lo buscamos en las escrituras o en la oración, él nos habla; y si le pedimos que camine con nosotros, el lo hace. Y aún que no lo vemos, lo sentimos porque él hace nuestra vida más placentera.

No es por religión.

El hombre no llega a Dios y Dios no llega al hombre por medio de una religión. Dios y el hombre se unen por medio de una relación, una relación íntima que nace de la comunicación diaria entre ambos.

Nuestros mejores amigos son con los que caminamos y platicamos TODOS los días, no aquellos amigos que vemos cada cierto tiempo. La relación y la comunicación constante es la que hace y forma una amistad sólida.

Los discípulos.

Jesús cuando caminó por la tierra anduvo con 12 amigos durante tres años y medio. Esos 12 amigos, no se acercaron a Jesús por sí mismos, sino fue Jesús quien los escogió.

Abraham, fue escogido por Dios; el pueblo de Israel, fue escogido por Dios; David, fue escogido por Dios; los 12 discípulos, fueron escogidos por Dios; Pablo, fue escogido por Dios; pidamos a Dios que nosotros, seamos de sus escogidos.

Seguir al hombre con el cántaro de agua.

En una ocasión cuando se iba a celebrar la Pascua, Jesucristo les dijo a sus discípulos: "Cuando lleguen a la ciudad, sigan al hombre que lleva un cántaro de agua en el hombro".

Un hombre con un cántaro de agua en el hombro sifnifica espiritualmente, un hombre que está acostumbrado a leer la Palabra de Dios, que se dedica a escudriarla, que se dedica a tratar de encontrar lo que hay en el corazón de nuestro Dios. A esos hombres son a los que Dios desea que sigamos.

Hipocrecía.

Hipocrecía significa hablar de algo, defender ese algo, confesar ese algo, pero no vivirlo. Aparentar delante de la gente ser alguien, pero en la espalda de esas personas ser uno otra clase de personas.

Por ello es que a Dios no le gustan las religiones, y por ello fue que Jesucristo no vino a fundar una religión, sino una congregación de personas que lo amemos, que lo sigamos, y que luchemos por dejar de ser lo que somos para llegar a ser lo que él desea que seamos.

Uno, puede ser mucho.

Generalmente pensamos que sólo cuando se cometen MUCHOS errores son visibles. Pero estamos equivocados si pensamos así. Un sólo error puede ser negativo o fatal en algunos casos.

Judas sólo vendió a una persona, pero esa persona era la menos indicada para venderse; Pedro sólo negó a una persona, pero esa persona era la menos indicada para negarse; los judíos religiosos sólo mataron a una persona, pero esa persona era la menos indicada para ser asesinada.

¿Qué signifacdo tiene la Cruz?

La cruz era un medio de muerte que utilizaron primeramente los Cartagineses, y que muchos siglos después lo utilizaron los Romanos. Cuando Cristo estuvo sobre la tierra ese era el medio de ejecutar la pena de muerte. Era como la silla eléctrica de hoy, o la inyección letal, o la ejecusión por disparos.

Por todo eso, para el creyente en las escrituras el llevar la cruz significa: soportar los sufrimientos, las penas, las angustias, sabiendo que Jesús ya llevó esas cargas por nosotros y que el final será glorioso.

Con el sudor de tu frente.

La vida del hombre como varón de la casa es muy dura. Y es dura porque el castigo o la sentencia que Dios le dió al varón por haber pecado fue ésta: "Maldita será la tierra por tu causa... y con el sudor de tu frente comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra".

El trabajo, no es fácil; ganar dinero, no es fácil; el obetener un objetivo en la vida, no es fácil. Por la sencilla razón de que es una sentencia como consecuencia de una desobediencia.

Los angeles.

Los ángeles son seres creados por Dios desde antes de haber creado al hombre, la razón fue que Dios tenía en su Plan, que ellos sirvieran al hombre.

Nosotros en nuestra casa estamos acostumbrados a que cuando oramos, le pedimos a Dios legiones de ángeles para que hagan una misión. Por qué no pedimos sólo uno, por la sencilla razón de que muchos, aún dentro de la iglesia, no saben que los ángeles fueron creados para eso, entonces están desempleados. Por ello le pedimos a Dios que les de empleo para nosotros y los nuestros.

El dinero.

El dinero es necesario pero no indispensable en la vida del hombre. Es necesario porque sin él no podemos sobrevivir; pero no es indispensable porque podemos vivir con cierta medida de dinero.

En otras palabras necesitamos dinero, pero lo que no necesitamos es dinero en abundancia o mal habido. Nuestro trabajo honrado nos consigue el dinero necesario, y eso es lo que Dios desea para bendecirnos.

Amor al prójimo.

Dios nos dió dos mandamientos principales, amarlo a él sobre todo lo que nos rodea, y luego, amar al prójimo. Amar a Dios significa respetar sus mandamientos para agradarlo. Y lo agradamos porque él ama la obediencia.

Amar al prójimo no significa andar besando a todos y a todas, sino respetarlos y extenderles nuestra mano cuando tienen necesidad.

El primero.

¿Qué significa el primero? Simplemente que no ha habido otro. Por ejemplo, el primer paso de un bebé, quiere decir que nunca antes había dado uno; el primer viaje de alguien, significa que nunca antes había hecho uno.

El primer maestro espiritual, significa que nunca había habído alguien que nos enseñe. Por ello, éste mensaje es para que nuestro primer maestro sea siempre Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo, y el Espíritu Santo.

Gratitud.

Gratitud es no olvidar lo que de alguien hemos recibido. Entre los abuelitos de hace cien años había un dicho que era muy cierto: "Existe gente que donde pasa quema, como que es gusano".

El gusano generalmente quema cuando uno lo toca, había personas que solamente buscaban su propio provecho, pero que no eran agradecidos con lo que recibían. Por eso se les comparaba con los gusanos que quemaban, porque una persona que no es agradecida no agrada.

Responsabilidad.

Si nuestros padres no fueran responsables para con nosotros, no tuvieramos casa, ropa comida, colegio, etc. Responsabilidad se le llama a la cualidad de cumplir con las obligaciones y compromisos que uno tiene.

El niño tiene que estudiar, la madre tiene que cuidar de la casa, y el padre tiene que ir a trabajar. Cualquier alteración en esas labores, arruina una vida familiar y hace de una casa un infierno.

Dios nos quiere ayudar.

Dios siempre está dispuesto a ayudarnos, pero él quiere que se lo pidamos. Dios, habiendo sido el creador del hombre conoce sus necesidades. Y conoce la necesidad personal de cada uno.

Pero quiere que nos acerquemos a él para pedírselo. Dios es un padre amoroso que desea lo mejor para todos y cada uno de nosotros, pero ama a quien lo busca. Ama a quien lo ama. Y por ello está dispuesto a extender su mano en ayuda.

La caridad.

La caridad es la virtud que nos hace pensar en la limitación que tiene nuestro prójimo, y que nos mueve a ayudarlo.

Dios quiere que cada uno de sus hijos, sea caritativo. En otras palabras, Dios desea que compartamos de lo mucho que él nos ha dado. Alguien dijo hace muchos años: "Nadie es tan pobre que no pueda dar algo; y nadie es tan rico, que no necesite algo".

Justificación.

En una imprenta cuando se escribe un conjunto de frases, éstas salen de diferentes tamaños, como la nota que estamos escribiendo ahorita. Al acto de EMPAREJAR todas esas frases a un mismo principio y fin, se le llama justificación.

Eso es lo que Cristo hace con nosotros en nuestra caminata cristiana. Emparejarnos de lo que estamos torcidos o de donde estamos mal. Para que cuando lleguemos al Padre, lleguemos perfectos.

La envidia.

La envidia es un pecado que desagrada mucho a Dios, por el hecho de que él siempre desea lo mejor para todos, y la envidia es creer que quien tiene algo no lo merece tanto como nosotros.

La envidia va de la mano con la codicia, pues nos hace pensar que lo que el otro tiene debiera de ser para nosotros.

Qué es el milenio.

El milenio según nos lo dice Apocalipsis, es un período de mil años en los cuales Cristo, luego del juicio a las naciones, va a gobernar el mundo en un ambiente de justicia y paz.

Será el tiempo en el que Dios Padre, Cristo el Hijo, y el Espíritu Santo nos enseñen cómo se gobierna. Para que por la eternidad gobernemos con ellos.

La rebeldía.

Rebeldía es NO aceptar lo que se nos impone, lo que está establecido, lo que se tiene que hacer. En otras palabras es tratar de hacer nuestra voluntad cada vez que hay que hacer algo.

La rebeldía en ocasiones puede ser que nos pague bien, y que lo que emprendemos en contra de todo y de todos nos lleve a donde queríamos, pero, no es lo que agrada a Dios.

¿Quién es un usurero?

Un usurero es una persona que no tiene necesidad material de nada, y que cuando alguien con necesidad se le acerca para que lo ayude, lo ayuda siempre y cuando le pueda sacar provecho a esa ayuda.

Dios aborrece a ese tipo de personas, pues El nos ayuda y no saca provecho de esa ayuda.

¿Quién es nuestro prójimo?

Nuestro prójimo es toda persona que NO seamos nosotros. En otras palabras todo el mundo que nos rodea es nuestro prójimo. Y, ¿por qué es importante saber quién es nuestro prójimo?

Porque Dios quiere que luego de amarlo a él sobre todo lo que hay, lo que tenemos, y lo que somos, amemos al prójimo, y le deseemos al prójimo todo lo que quisiéramos para nosotros.

Qué significan los corderos y los cabritos.

En la biblia un cordero significa o simboliza a un creyente, porque los creyentes somos las ovejas del Señor y por ello lo seguimos y obedecemos a él.

Y los cabritos representan a los seguidores de satanás, a todos aquellos que siguen al mundo, que se emborrachan de los placeres, que viven desordenamente mintiendo,robando, engañando, etc.

Respeto.

El respeto es la virtud de ver a los demás como iguales o superiores a uno mismo. Si caminamos con esa forma de pensar, seremos amigos de muchas personas, pues el tratar así a alguien lo honra.

Al primer ser o la primera persona a la que debemos respetar y honrar es a Dios. Si respetamos a Dios, él nos enseñará a respetar a los demás y lo haremos como algo muy simple en nuestras vidas, o sea, lo haremos muy fácilmente.

Disciplina.

La disciplina es una virtud que quien la practica logra sus objetivos. Hace muchos años los juegos olímpicos se realizaron en Japón, para la maratón de los 42 kilómetros se presentó a correrla un hombre delgado, moreno, y descalzo de nombre Emil Zatopek. Cuando llegó pasó desapercibido, pero ganó la maratón.

En su primera entrevista con la prensa, le preguntaron cuál era la virtud que el pensaba lo había llevado a ese primer lugar y a esa medalla de oro. Su respuesta fue corta: "Disciplina". Todos los días se levantaba a correr a la par de la locomotora que iba de su pueblo al siguiente. Todos los días, todos los días con disciplina. Por ello Emil Zatopek fue conocido como: La locomotora humana.

Guardados en el Señor.

¿Qué significa estar guardados en el Señor? Estar guardado significa estar uno en un lugar seguro. Entonces qué mejor lugar para estar guardados de la corrupción, de la maldad, de los horrores que nos rodean en la calle, que estar protegidos bajo la sombra de Dios.

El orar todos los días, el buscar en la palabra de Dios qué nos quiere enseñar, el obedecer a nuestros pastores, a nuestros padres, a nuestros maestros es lo que nos hace ESTAR GUARDADOS EN EL SEÑOR.

Aprovechemos el tiempo.

Cuando uno es pequeño piensa y siente que el tiempo es eterno, que un día cuesta mucho que llegue, especialmente si es un día especial como nuestro cumpleaños, o navidad, o el día que nos vamos a ir de vacaciones.

Pero, cuando crecemos el tiempo pasa muy rápid. Es por ello que, es cuando somos niños que podemos aprender a administrarlo. Para que cuando seamos mayores no nos cueste y no sea el tiempo el que domine nuestras actividades y metas, sino nosotros a ellas.

Los Hijos de Dios.

La escritura llama Hijos de Dios a todos aquellos que por la fe, creemos en El, y espiritualmente descendemos de Adán, Set, Noé, Sem, Abraham, Isaac, Jacob, José, David, etc. que fueron hombres de fe en Dios.

Los hijos del mundo, son aquellos que no conocen a Dios y que por tanto no creen en EL. Y que por ello viven haciendo mal a los demás.

El poder del Espíritu Santo.

Cuando pensamos en poder pensamos en alguien que todo lo puede, pensamos que el presidente de una nación es poderoso, pero que es más poderoso el presidente de Estados Unidos por ejemplo, pues es la nación más fuerte del mundo.

En lo espiritual eso también se cumple, un hombre puede ser muy poderoso pero cuando lo confrontamos con uno que tiene al Espíritu Santo de Dios, sabemos que éste último es más fuerte. Pablo es un ejemplo de ello, Dios necesitó 11 personas para convertir a Israel al evangelio, pero necesitó sólo un Pablo para conquistarnos a los gentiles.

Leamos la Biblia.

Todos leemos los diarios o vemos las noticias porque queremos estar informados. Los comerciantes queremos saber cómo están las finanzas para saber qué pasos seguir. Los políticos quieren ver qué hace el oponente, para ver cómo tienen que actuar ellos.

Nosotros los cristianos tenemos que leer la Biblia para conocer el corazón de Dios, y que por medio de Su palabra sepamos cómo vivir cada día. Pues no podemos vivir hoy con la noticia de ayer.

¿Queréis iros también vosotros?

Muchos predicadores hoy en día sólo para llenar sus iglesias, le dicen a la gente que el evangelio de Jesucristo es paz, poder, y properidad. Pero ese NO fue el evangelio que predicaron Jesucristo, los discípulos, y Pablo.

El evangelio de Jesucristo es duro de seguir (por eso se llama el evangelio de la cruz). En una ocasión cuando sus disípulos fueron confrontados por lo difícil del evangelio, muchos se fueron y no volvieron más a seguir a Jesús, entonces Jesús les preguntó a sus 12 apóstoles: ¿Queréis iros también vosotros?. Pero ellos dijeron NO... ¿a quién o a dónde iríamos?

El Diluvio.

¿No te has preguntado por qué la gente se asustó tanto cuando empezó a llover para el Diluvio?

La razón es muy sencilla, dice la escritura en Génesis 2:5 que: "Jehová, Dios, aún no había hecho llover sobre la faz de la tierra, sino que un rocío la regaba".

Perseverancia.

Perseverar significa NO RENDIRSE, los grandes escaladores de montañas han llegado a la cima de la montaña, porque no se han dejado vencer por el frío, por el cansancio, por el dolor, por el desánimo.

Así debe ser un creyente, no debe dejarse vencer por el enemigo, por las circunstancias, por las penas, las angustias, etc. El Señor está en la cima de la montaña esperándonos para dárnos el galardón.

Una manada pequeña.

Cuando Jesucristo instruyó a sus discípulos para que fueran y predicaran el evangelio de la cruz, les dijo: "No temáis manada pequeña". Todos los cristianos sabemos que el pueblo del Señor es conformado por personas a las cuales EL llama sus ovejas.

Las ovejas en lo natural forman rebaños o manadas, a eso se refería Jesucristo, a manadas de hombres, manadas de creyentes. Pero, sabiendo que el hombre siempre quiere grandesas, le dijo: No tengan miedo de guiár a una manada pequeña, no busquen tener una manada grande.

¿Qué significa ser un cristiano?

Cuando Cristo estuvo en carne y hueso en la tierra, vino a seleccionar a un grupo de personas para formar su iglesia. Pero, esa iglesia no tenía nombre, simplemente a los que los seguían les llamaban "cristianos".

Cristo no vino a formar NINGUNA religión, Cristo vino a formar un grupo, una compañía, a seleccionar UN PUEBLO, el pueblo cristiano para que tuviera con él, una RELACION no una religión. Desde el principio de su ministerio así fueron llamados sus seguidores CRISTIANOS (Hechos 11:26 en Antioquía).

No viene el fin del mundo.

Desde hace un tiempo el mundo de la comunicación nos ha invadido con la idea de que viene el fin del mundo. Hasta hay quienes afirman que será éste año en diciembre, y que será el día 21. Porque los Mayas pronosticaron un cambio en ese dí;, porque Nostradamus, un profeta francés de hace unos siglos lo dijo; o, porque los Egipcios lo dejaron inscrito en sus pirámides.

Pero Cristo, el Hijo de Dios, que conoce TODOS los planes y detalles de Dios Padre, dijo que lo que vendrá, y no dió las fechas, es un cambio de sistema en la vida del hombre. Y eso, es muy distinto a decir que viene el fin del mundo.

Los profetas de Dios.

En las escrituras encontramos a hombres que decían hablar en el nombre de Dios. Dichos hombres profetizaban los acontecimientos que vendrían en el futuro (y que por supuesto se cumplían), a ellos se les conoce como los Profetas de Dios.

Han sido muchos, y aún los hay, entre los de más renombre están Isaías, Jeremías, Ezequiél, Daniel, y Zacarías.