Cuando uno es pequeño piensa y siente que el tiempo es eterno, que un día cuesta mucho que llegue, especialmente si es un día especial como nuestro cumpleaños, o navidad, o el día que nos vamos a ir de vacaciones.
Pero, cuando crecemos el tiempo pasa muy rápid. Es por ello que, es cuando somos niños que podemos aprender a administrarlo. Para que cuando seamos mayores no nos cueste y no sea el tiempo el que domine nuestras actividades y metas, sino nosotros a ellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario