martes, 14 de febrero de 2012

Hagamos tres tiendas.

En el Monte de la transfiguración, en donde Jesús se mostró a sus discípulos como el verdadero Rey, el verdadero Hijo de Dios sobre la faz de la tierra. Dicen las escrituras que el momento fue tan placentero, que uno de sus discípulos dijo: Señor hagamos tres tiendas y quedémonos aquí (Mateo 17:2).

Pedro, el discípulo que dijo esas palabras, estaba tan impactado que no pensó en él, las tiendas eran para Moisés, Elías y Jesús. Pero él no pensó nunca en él, así de hermoso fue ese momento. Ojalá pudiéramos nosotros ver a Jesús así, y no pensar en nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario