miércoles, 8 de febrero de 2012

Seguir al hombre con el cántaro de agua.

En una ocasión cuando se iba a celebrar la Pascua, Jesucristo les dijo a sus discípulos: "Cuando lleguen a la ciudad, sigan al hombre que lleva un cántaro de agua en el hombro".

Un hombre con un cántaro de agua en el hombro sifnifica espiritualmente, un hombre que está acostumbrado a leer la Palabra de Dios, que se dedica a escudriarla, que se dedica a tratar de encontrar lo que hay en el corazón de nuestro Dios. A esos hombres son a los que Dios desea que sigamos.

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