sábado, 28 de abril de 2012

Compartir.

Todo lo que Dios nos da, no sólo es para que cubramos nuestras necesidades, sino también es para que lo compartamos con los más necesitados. Cuando tengamos para compartir también hemos de ser guiados por Dios para compartirlo.

No se trata de salir a la calle y darle dinero a un borrachito para siga bebiendo; no podemos darle dinero a un drogadicto para siga consumiendo drogas. Debemos pedir a Dios que nos de discernimiento (sabiduría) para poder dar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario