lunes, 30 de abril de 2012

Los buenos y los malos.

Los derechos humanos hoy en día dicen que todos somos iguales, que todos merecemos de todo. En un sentido eso es cierto, pero con una condición: Que hay que merecer lo que se gana o lo que se recibe.

Dios nos dice que hay buenos y malos, y que cada uno recibirá lo que merece. Entonces no es posible que un ladrón, un asesino, un secuestrador reciban lo mismo que una persona que se dedica a hacer el bien. Si Dios dice que hay buenos y malos, es porque los hay. Y si Dios dice que cada uno recibe lo que se merece... así debe ser aunque los derechos humanos digan otra cosa.

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