viernes, 20 de abril de 2012

Poco a poco.

Cuando iniciamos a aprender a manejar carro, el instructor de manejo nos decía: "Maneje despacio, lo que le urge no es llegar, lo que le urge es que llegue". Al principio no entedíamos el juego de palabras pero luego entendimos.

Lo que urge no es llegar primero o andar matando a medio mundo por llegar, lo que urge es que lleguemos, que lleguemos bien, y que seamos de bendición a otros por haber llegado. Lo mismo sucede en lo espiritual.

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