Dice uno de los Salmos (24:1), que todo en éste mundo le pertenece a Dios, pues fue él quien lo hizo todo. Nosotros sólo somos los administradores de lo que él nos da.
Por ello, todo lo que querramos y necesitemos se lo tenemos que pedir a él primero, luego hemos de trabajar para obtenerlo, pero cuando ya lo tenemos también hemos de administrarlo bien para agradarlo y no perderlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario