lunes, 30 de mayo de 2011

Dios es el dueño de todo.

Dice uno de los Salmos (24:1), que todo en éste mundo le pertenece a Dios, pues fue él quien lo hizo todo. Nosotros sólo somos los administradores de lo que él nos da.

Por ello, todo lo que querramos y necesitemos se lo tenemos que pedir a él primero, luego hemos de trabajar para obtenerlo, pero cuando ya lo tenemos también hemos de administrarlo bien para agradarlo y no perderlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario