martes, 31 de mayo de 2011

La oración de ayer, era para ayer.

Así como el desayuno que hicimos ayer, era para cubrir las necesidades de ayer; la oración que hicimos ayer, era para cubrir las necesidades de ayer.

El Señor quiere que nosotros, los que nos llamamos su pueblo, oremos todos los días. Esa oración es la comunicación diaria para con él. Así como todos los días hablamos con nuestros padres terrenales, así él quiere que hablemos todos los días con él, por medio de la oración, y estaremos guardados siempre.

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