viernes, 15 de julio de 2011

Dios se conforma.

Todos pensamos que como Dios es grande, todo lo que le debemos dedicar también tiene que ser grande, porque de lo contrario no lo va a aceptar. Ese es un concepto equivocado que tenemos todos.

Dios fue inmensamente felíz, cuando una viuda le dió lo poco que tenía. No era una gran cantidad de dinero, pero lo dió con amor. El Publicano dió mucho, pero dió de lo que le sobraba. No importa qué tan poco le demos al Señor, lo que sí importa es que sea de calidad. Eso lo hace muy felíz.

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