miércoles, 6 de julio de 2011

Jesús, nuestro abogado.

Cuando alguna persona entra en problemas con la ley necesita un abogado defensor, pues la ley pone en contra de esa persona un abogado acusador que se llama Fiscal. El Fiscal es el abogado que quiere probar que somos culpables y que merecemos un castigo. El abogado defensor, es nuestro abogado y es el que quiere demostrar nuestra inocencia para que no paguemos una culpa.

En lo espiritual también necesitamos un abogado defensor, pues el diablo es un fiscal que quiere que nos condenen. Pero cuando hemos hecho una confesión por seguir a Jesús y lo seguimos, El se convierte en nuestro abogado defensor. Y el día del juicio final, será el quien nos libre del castigo.

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