sábado, 30 de julio de 2011

Hoy, es el día.

Hay un proverbio de la calle que dice: "No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy". Ese proverbio o ese consejo, es muy antiguo pero sigue siendo válido para el día de hoy.

Lo mismo nos sucede con Dios, no podemos dejar para mañana nuestro encuentro de hoy con EL. La necesidad del día de hoy es diferente a la necesidad del día de mañana. No podemos combatir el problema de hoy, con el consejo de ayer, ni podemos echar mano del consejo de mañana, que se supone, aún no ha llegado el día de hoy.

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