Dice la escritura que lo que hablamos es lo que abunda en nuestro corazón, por ello cuando somo niños hablamos de juegos, de juguetes, del colegio, y de nuestros amigos. Ese es nuestro mundo. Pero conforeme vamos creciendo vamos cambiando.
Por eso es bueno que desde niños amemos a Dios, para hablar de él y con él todos los días, así, cuando vayamos creciendo siempre estará en nuestras conversaciones. Y vamos a hablar de otros temas, pero siempre el Señor estará en medio de nuestras palabras y nuestros pensamientos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario