viernes, 12 de agosto de 2011

Bueno que parece malo.

Cuando nosotros eramos niños nuestros padres, abuelos, y maestros nos decían: No hay que hacer nada bueno que parezca malo, porque entonces vamos a parecer malos.

En lo espiritual eso se cumple todavía más. Nosotros tenemos que actuar siempre transparentes, debemos siempre andar con la vista levantada, pues quien esconde los ojos es porque algo esconde. Todo lo que hagamos hagámoslo de buena voluntad y no tendremos que estar escondiéndonos de nadie ni de nada. Tampoco andaremos con temores de que nos descubran en mentiras o malas obras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario