Juan, el discípulo del Señor, era una persona muy impulsiva, él y su hermano Jacobo eran apodados por Jesús, Boanerges, que significa: Hijos del trueno(Marcos 3:17). Ambos eran lo que nosotros decimos hoy en día: brabucones y violentos.
Sin embargo, Juan al pasar del tiempo, fue denominado por Jesús: Juan el amado. Porque fue cambiando tanto, que hasta llegó a recostarse en el pecho del Señor en las reuniones que Jesús tenía con sus doce apóstoles.
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