lunes, 31 de octubre de 2011

Penina, la ingrata.

Elcana, era un sacerdote de Efraín, el cual tenía dos esposas, una se llamaba Penina y era fértil, o sea, que podía tener hijos. Pero esa virtud ella la utilizó en contra de la otra esposa de Elcana, Ana, quien era estéril.

Dice la escritura que Penina irritaba, enojaba, y, entristecía a Ana porque ésta no podía tener hijos. Pero la consecuencia de ello fue que Elcana amó más a Ana, y le daba la doble porción cada vez que hacía sacrificios.

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