jueves, 22 de marzo de 2012

¡Dale duro! ¡Dale duro!

Cuando nos invitan a una fiesta de cumpleaños, en latinoamérica generalmente, hay una piñata. Los anfitriones de la fiesta deciden pasar a todos los niños a que la golpéen para romperla y que los dulces caigan.

Para que la piñata se rompa hay que pegarle duro, y esas son las expresiones que escuchamos en sonora unidad. En la caminata cristiana hemos de pegar duro si queremos que los dulces lleguen. Nada es gratis en éste mundo y menos en el espiritual.

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