Dios es severo.

Todos sabemos y creemos en un Dios bueno y bondadoso. De hecho Dios es así, pero también tenemos que tener en mente que Dios tiene un límite, y cuando el hombre lo hace rebasar ese límite, Dios castiga.

Lo vemos cuando Moisés es enviado a salvar al pueblo de Israel. Cuanta gente se le rebeló fue castigada por Dios, en un día murieron 23,000 cuando no quisieron obedecer a Moisés. En otra ocasión los hermanos mismos de Moisés, Aarón y María, sufrieron lepra por no querer obedecer a Moisés.  Cuando Dios necesita ser severo simplemente lo es.