miércoles, 30 de mayo de 2012

Seguir a Jesús, es duro.

Muchos al conocer a Jesús como nuestro salvador, nos entusiasmamos y queremos de inmediato salir a la calle a decirle a todo el mundo que la solución del hombre, es Dios. Ese es un propósito bueno, es un propósito sano, y ojalá que muchos más lo quisiéramos.

Pero, debemos de saber que seguir a Jesús no es tarea fácil, seguir a Jesús es muy duro estando ya en la práctica. Pues el seguir a Jesús nos implica dejar los placeres del mundo, lo cual es lo que le gusta al cuerpo hacer. Seguir a Jesús implica una vida de diciplina, de estudio, de orden, de honestidad, etc. 

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