La ira nos dice la escritura que no es buena. Porque nos lleva a hacer actos que no le agradan a Dios. Por ejemplo veamos cuando a Jesús lo iban a tomar preso en Getzemaní. Pedro encendido en ira, tomó su espada y le cortó lo oreja a Malco, un soldado de la guardia pretoriana.
Jesús lo reprendió y le dijo que no se actúa así. Que es Dios quien permite y quien detiene ciertas acciones. Pero que en ese caso era lo correcto, pues si Jesús no se iba preso, no moriría, y si no moría entonces no seríamos salvos nosotros.
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