viernes, 4 de marzo de 2011

A Dios lo que es de Dios, y al César lo que es del César.

En una oportunidad los fariseos quisieron que Jesús pecara, y le preguntaron si era justo o necesario pagar los impuestos al gobierno.

Jesús les pidió una moneda y cuando ellos se la dieron, les mostró las dos caras de la moneda, pues en una estaba una figura del Dios de los romanos y en la otra la del César, que era su gobernador. Y les dijo: Dad a Dios lo que es de Dios, y al César lo que es del César.

Los impuestos del gobierno es dinero que se le paga al gobierno, pero Dios quiere que nosotros los creyentes le demos el 10% de lo que él nos da. No lo pide como impuesto sino como una muestra de "gratitud" por todo lo que él nos da. El quiere que de cada 10 centavos que recibamos le demos uno, y nos quedemos con 9 pero ya benditos por El. Más vale tener 9 benditos por el Señor, que 10 sin su bendición.

No hay comentarios:

Publicar un comentario