jueves, 3 de marzo de 2011

Hermosa es la heredad que me ha tocado.

Cuando a alguien se le muere un abuelo o un padre, generalmente esa persona deja sus bienes a sus seres más queridos, eso se llama "herencia". Los ricos le dejan a sus hijos y nietos, dinero; los menos ricos en ocaciones dejan dinero, pero generalmente dejan educación y buenas costumbres a sus herederos.

Nosotros somos herederos de Jesús y él nos ha dejado mucha riqueza, nos dejó el amor para con Dios; el amor para con él; el amor para con todos los hermanos que tenemos en la fe; pero también nos dejó el amor entre la familia.

Ese amor entre la familia es algo que debemos de apreciar mucho y cuidar mucho. No hay seres más especiales que los de nuestra familia, por ello debemos de dar gracias cada día por ser parte de ésta familia. Por eso el Rey David decía: "Hermosa es la hereda que me ha tocado" (Salmo 16:6).

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