lunes, 4 de abril de 2011

Somos lo que imitamos.

El ser humano se llega a convertir en lo que imita. A los que nos gusta el fut, queremos ser como lo fueron Pelé, como lo fue Distéfano, como lo es hoy Cristiano Ronaldo o Leo Messi.

Las niñas quieren ser como las artistas famosas o como la Barbie, etc. Llegamos a ser como lo que imitamos. Por ello, ciertamente está bien que nos guste un deporte o que nos guste ser como alguien famoso, pero Dios quiere que lleguemos en lo espiritual a ser como El y como su Hijo Jesús. Y para ello, nos a dado al Espíritu Santo para que lo logremos.

Pidamos a Dios la ayuda del Espíritu Santo y seremos imitadores de Cristo, y eso agradará a Dios y nos hará mejores personas.

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