jueves, 16 de junio de 2011

Alarguemos nuestros días.

Dice la escritura en Salmos que los impíos acortan sus días. Y lo que sucede es que los que andan haciendo el mal desde pequeños, están arriesgando sus vidas a cada momento. En un mundo tan violento como el que vivimos, tenemos que vivir en paz o luchar por vivir en paz con los demás.

Dice el salmista que los hombres sanguinarios y engañadores no llegarán a la mitad de sus días, lo que significa que los que hacen el mal, pronto morirán. Al contrario, a los que hacen el bien, Dios les ha prometido larga vida y muchos días felices.

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