jueves, 30 de junio de 2011

El calor del hogar.

Antiguamente los hombres creían que todo aquél hombre que no fuera grocero, que no fuera malcriado, gritón y abusivo en su casa, no era un hombre de verdad. Que era un hombre que dependía de la madre, de la esposa o de cualquier otra mujer.

No es esa la idea de Dios acerca de ser un hombre, Jesús tuvo un padre terrenal que no vivía bajo esa doctrina de la calle, y fue un excelente padre terrenal para Jesús. José era un hombre de su casa, que convivía con su familia, que amaba a su esposa y la cuidaba, que amaba a sus hijos e hijas y las cuidaba y agradó mucho a Dios. Mateo 13:55.

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