Cuando leemos el Salmo 101 en el verso 6 nos dice lo siguiente: "Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo". Este salmo lo escribió el Rey David.
Aquí David se estaba "comprometiendo" con Dios a no tener amigos malos, para que no lo apartaran de la presencia de Dios. David conocía el corazón de Dios porque oraba mucho y le cantaba muchas canciones. Y sabía que eso es lo que le agrada a Dios, que hablemos mucho con él, y que le alabemos.
Los malos amigos son los que hacen malas acciones. De ellos tenemos que apartarnos, y debemos de estar junto con las personas que buscan a Dios, ellos son los que David llama los "fieles" de la tierra.
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