miércoles, 2 de febrero de 2011

Una semilla muy pequeña

Dice la escritura que una de las semillas más pequeñas que hay en la naturaleza es la semilla de mostaza. Sin embargo cuando se siembra, se cuida, y llega a ser adulta se convierte en uno de los árboles más grandes y fuertes de la naturaleza, y por ello ayudan a dar mucha sombra.

Todos los días cuando me levanto a orar para que el Señor me de un pensamiento para los niños, siento como que me regala una semillita como la de la mostaza para compartir.

Si esa semilla de conocer a Dios, conocer a Jesús y saber que el Espíritu Santo está dispuesto a caminar con cada niño llega al corazón de ustedes. El mismo Jesús hará que nazca, que crezca, y que ustedes lleguen a ser unos árboles fuertes y grandes cuando crezcan también, y entonces podrán ayudar a otros.

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