Todos conocemos la histotia del Rey David, cómo Dios lo escogió entre sus siete hermanos para que fuera él, el que reinara en Israel por 40 años, a pesar de que era el más pequeño, y, a pesar de que no era un hombre grande ni fuerte (1era. Samuel 17:12).
Y como podemos ver en la biblia en los tiempos de David había tantos hombres malos y perversos como los hay el día de hoy. Por eso, un día que David le cantaba y le oraba al Señor, escribió: "Líbrame, oh Dios, del hombre malo" (Salmo 140:1). El Rey David sabía que SOLO DIOS nos puede librar del hombre malo. Ese debe ser nuestro clamor: Señor, líbrame del hombre malo.
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